La Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN) inspeccionó por primera vez la Unidad Carcelaria N°36 ubicada en la ciudad santafesina de Coronda, al tiempo que el procedimiento halló inconvenientes en el suministro eléctrico y solicitó que se solucionen faltantes en el personal penitenciario.
El organismo, a cargo del fiscal general Alberto Adrián María Gentili, llevó a cabo el operativo en esa cárcel y observó distintas problemáticas que se deben resolver.
La fiscalía precisó que restan terminar las obras para la implementación de talleres de educación y áreas de servicio médico para los reclusos, a la vez que las autoridades tienen la función de añadir tomas eléctricas y ventiladores industriales en las celdas y pabellones.
Además, advirtió que la ubicación del complejo penitenciario dificulta el acceso a familiares y allegados de los reos como consecuencia de la lejanía urbana y la escasez de transporte público.
Se divisó falta de guardias penitenciarios para vigilar las inmediaciones de la unidad y a los presos.
La PROCUVIN trabajó en conjunto con agentes de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) de la Procuración General de la Nación.
Sin embargo, remarcaron que el penal se encuentra en buenas condiciones generales de funcionamiento.
La Unidad Carcelaria N°36 de Coronda, inaugurada en 2008, aloja actualmente a unos 340 delincuentes y posee una capacidad máxima de 460 plazas.
Previo a la inspección, se redactó un informe acerca del estado de situación del lugar con una descripción de sus características particulares y antecedentes.
Luego, el procedimiento se desarrolla de manera sorpresiva sin anticipación a los directivos, mientras que “al momento del ingreso y anoticiado de la inspección el funcionario a cargo del establecimiento, se concurre en primera instancia a los espacios de alojamiento (pabellones y celdas), y luego a los espacios comunes y a todas las áreas que resulte necesario verificar”, señala el sitio fiscales.gob.ar.
El proceso queda registrado con fotografías y actas a fin de que se documenten las diferentes observaciones de la cárcel, al tiempo que “reseñan cada entrevista confidencial mantenida por la comitiva con toda persona detenida que exprese una necesidad”.