Las frituras son un clásico de la cocina argentina. Milanesas, empanadas, buñuelos o papas fritas se disfrutan en cualquier reunión familiar, pero, el aceite que se usa para cocinar merece tanta atención como los ingredientes. Reutilizarlo una y otra vez puede afectar el sabor, la textura y hasta la salud de quienes consumen los platos.
La clave está en saber identificar cuándo el aceite ya no es seguro. Si cambia de color, desprende humo antes de llegar a temperatura o tiene restos de alimentos quemados, es momento de renovarlo. El exceso de recalentamiento produce compuestos dañinos para el organismo.
Además, no todos los aceites son iguales:
Los de girasol, maíz o soja tienen puntos de humo más bajos que el aceite de oliva, lo que los hace degradarse más rápido si se exponen a altas temperaturas. Por eso, elegir el aceite correcto para cada preparación es el primer paso para cuidar la salud y alargar su vida útil.
Un consejo extra para las frituras profundas, por ejemplo, es optar por aceites con alto punto de humo, como el de maní, maíz o girasol alto oleico porque los mismos resisten mejor el calor sin degradarse.
Además, si se busca una opción más saludable, el aceite de oliva extra suave es ideal para salteados o frituras rápidas. Evitar la manteca o grasas hidrogenadas, que generan compuestos dañinos al calentarse, es aconsejable.
Pero cambiarlo no significa tirarlo nada más como un simple hecho cotidiano. El aceite usado es altamente contaminante. Un solo litro puede dañar miles de litros de agua. Por eso, lo ideal es aprovecharlo de forma segura y darle una segunda vida antes de su descarte final.
CINCO MEJORES FORMAS DE REUTILIZAR EL ACEITE DE MANERA SALUDABLE Y SUSTENTABLE
Filtrarlo con colador de tela o papel
* Después de cada fritura, dejar que el aceite se enfríe y colarlo para eliminar restos de comida.
Guardarlo en frasco de vidrio oscuro
* La luz y el aire aceleran la descomposición. Por eso, es conveniente usar un envase hermético y almacenarlo en un lugar fresco.
No mezclar aceites de diferentes tipos
* Cada variedad tiene diferente punto de humo, y combinarlas puede alterar el sabor y la seguridad.
Evitar recalentarlo más de dos o tres veces
* Después de ese número de usos, pierde propiedades y aumenta la formación de compuestos dañinos.
Llevar el aceite usado a puntos de reciclaje
* Cuando ya no sirve para cocinar, depositarlo en centros de recolección para que se transforme en biocombustible.
¿QUÉ OTRAS FORMAS DE RECICLAR EL ACEITE EXISTEN?
Además de reciclarlo, hay maneras creativas de darle un nuevo uso en la casa. Por ejemplo, el aceite usado puede servir para fabricar:
* Jabones artesanales.
* Velas caseras.
* Engrasar bisagras o herramientas para evitar el óxido.
DATO DE SEGURIDAD
Si se le da una segunda oportunidad para estos usos, hay que asegurarse de filtrarlo bien antes de usarlo en tales manualidades.
Adoptar estos hábitos no solo mejora la calidad de las comidas, sino que también reduce el desperdicio y evita la contaminación del agua y el suelo. En consecuencia, cuidar el aceite es cuidar la salud y el medio ambiente, generando comidas más saludables y protegiendo al plantea.