La diputada nacional Mónica Fein, presidenta de la Comisión Investigadora del Fentanilo, encendió las alarmas al detallar las graves fallas de control que permitieron la adulteración de medicamentos, asegurando que el organismo de fiscalización ANMAT “no controló” al laboratorio responsable y que las irregularidades de la firma “venían ocurriendo de antes”.
La Comisión, constituida por unanimidad de los bloques, buscará establecer “responsabilidades administrativas y políticas” sin interferir en la causa judicial. Fein destacó que fue el juez el que actuó con mayor celeridad que el organismo regulatorio, detectando un segundo lote contaminado e identificando malas prácticas de elaboración que se daban desde hacía años en el laboratorio Ramayo.
La legisladora subrayó la urgencia de modificar normativas y mejorar los procedimientos de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para garantizar la trazabilidad de los medicamentos y prevenir futuras tragedias.
La legisladora, que asumió la presidencia de la Comisión este miércoles, hizo hincapié en la diferencia de tiempos entre el Poder Judicial y el organismo sanitario. “Tras el estallido de la crisis, fue el magistrado quien actuó con rapidez, una actitud que contrastó con el accionar de la ANMAT”, dijo.
Fein, en diálogo con Radio Rivadavia, sostuvo que “el expediente judicial, de más de 400 páginas, revela que el informe del organismo de control fue parcial, incompleto, desordenado”. Incluso, resaltó que fue el juez quien tomó la iniciativa de “plantear buscar otros lotes” contaminados, un accionar que la ANMAT no ejecutó.
La diputada criticó duramente el procedimiento del organismo al momento de la crisis: “La ANMAT solo te pide, le pide al laboratorio el recall, pero no lo controla”. Es decir, “se limitó a solicitar al laboratorio que retirara los lotes del mercado sin fiscalizar que esa acción se llevara a cabo”.
IRREGULARIDADES DOCUMENTADAS DESDE 2021
La presidenta de la Comisión descartó que las fallas de control fueran un problema reciente. “Si uno lee el informe de la ANMAT, habían detectado irregularidades mucho antes”, aseguró, con registros que datan de 2021 y 2023 en el propio organismo.
Fein mencionó el caso del laboratorio Ramayo y recordó un grave antecedente en 2016, cuando en una sede anterior “explota su caldera… generando más de cinco heridos”, un hecho que consta en la causa judicial y que ya marcaba una pauta sobre sus procesos de seguridad.
La legisladora fue contundente al afirmar que el laboratorio demostró “malas prácticas de elaboración y que la ANMAT se las había marcado”. Además, reveló que el informe de clausura indica que se le había ordenado a la firma no distribuir un tipo de ampolla, y el laboratorio “lo siguió haciendo”.
La Comisión comenzará su trabajo el próximo martes escuchando a los familiares de las víctimas, un paso que la diputada consideró fundamental. Luego, se solicitarán informes detallados al ANMAT e INAME.
EL CAMINO HACIA LA REFORMA NORMATIVA
La diputada subrayó que la crisis actual demuestra que el problema es sistémico y que la respuesta legislativa debe ser de fondo. “También tenemos que ver si hay que modificar normas, si hay que mejorar normativamente procedimientos”, afirmó.
Como medida crucial, Fein destacó la necesidad de establecer una trazabilidad estricta para el fentanilo y otros opiáceos, para evitar que el medicamento se pierda o sea adulterado antes de llegar al paciente.
Finalmente, la presidenta de la Comisión ratificó el compromiso de todos los bloques en el Congreso: “Estamos todos los bloques porque me parece que ante el dolor de las víctimas lo peor que podemos hacer es no analizar todo el procedimiento”. El objetivo es que esta “terrible tragedia sanitaria sirva para evitar futuras”.