Cada 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, una fecha emblemática que invita a reflexionar sobre el impacto de las enfermedades cardiovasculares (ECV), principal causa de muerte a nivel global, con más de 20 millones de fallecimientos anuales.
En Argentina, las ECV representan una de cada tres muertes, siendo la hipertensión arterial (HTA) el factor de riesgo más prevalente y de mayor impacto epidemiológico.
Bajo el lema de este año, “No perder un latido”, se promueve la importancia de detectar a tiempo los factores de riesgo, adoptar hábitos saludables y garantizar el acceso equitativo a la atención médica. Este llamado global interpela a cuidar cada latido, reforzando el compromiso del sistema de salud con la prevención, el diagnóstico oportuno y la respuesta eficaz ante emergencias cardiovasculares.
Desde el Gobierno de la provincia de La Pampa a través del Ministerio de Salud, se desarrollan e implementan políticas públicas con enfoque territorial, orientadas a la prevención, detección precoz y tratamiento oportuno de la hipertensión arterial. Estas acciones se articulan con los equipos de atención primaria, municipios y organizaciones comunitarias, con el objetivo de reducir la carga de enfermedad y mejorar la calidad de vida de la población pampeana.
Situación epidemiológica
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica, silenciosa y multifactorial, caracterizada por el aumento sostenido de la presión arterial por encima de los valores normales. Su origen está vinculado a factores genéticos, ambientales y conductuales, siendo el envejecimiento, el sobrepeso y el consumo excesivo de sodio los principales determinantes.
En Argentina, el 30% de los adultos presenta hipertensión, pero la mayoría desconoce su condición. Según la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, tres de cada diez hipertensos no están diagnosticados, y entre quienes sí lo están, solo cuatro de cada diez reciben tratamiento adecuado. Como consecuencia, apenas dos de cada diez personas con hipertensión logran mantener sus cifras tensionales dentro de los valores recomendados, lo que las expone a un riesgo elevado de sufrir eventos cardiovasculares como infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca o enfermedad renal crónica.
Prevención y promoción de la salud
La hipertensión puede prevenirse o retrasarse mediante intervenciones costo-efectivas que forman parte de la estrategia provincial de promoción de la salud. La reducción del consumo de sal, la alimentación basada en frutas y verduras frescas, la actividad física regular, el control del peso corporal y la disminución del consumo de alcohol y tabaco son pilares fundamentales. Estas medidas no solo previenen la aparición de la enfermedad, sino que también contribuyen a mejorar su control una vez diagnosticada. En La Pampa, estas acciones se integran en campañas comunitarias, controles periódicos en centros de salud y capacitaciones a equipos interdisciplinarios, con el compromiso de acercar la salud a cada rincón del territorio.
Detección y tratamiento
La hipertensión arterial no presenta síntomas en sus etapas iniciales, por lo que el diagnóstico oportuno es clave. Realizar controles periódicos de presión arterial permite detectar la enfermedad en forma temprana y comenzar el tratamiento indicado. Este tratamiento, que combina medidas farmacológicas y no farmacológicas, debe mantenerse de forma continua durante toda la vida, con ajustes realizados por el médico tratante según las guías clínicas vigentes. La meta terapéutica es alcanzar y sostener cifras tensionales por debajo de 130/80 mmHg, (siendo la ideal 120/80) reduciendo así el riesgo de complicaciones cardiovasculares. La adherencia al tratamiento, el seguimiento clínico y el compromiso del paciente son esenciales para lograr resultados sostenibles.