Una esteticista declaró en la causa penal que investiga el documental “Justicia Divina” protagonizado por la jueza Julieta Makintach y reveló que envió el video del tráiler a Marina Rodríguez, integrante del Ministerio Público Fiscal de San Isidro, pese a “no tener autorización” por parte de la magistrada.
Rodolfo Baqué, el defensor de la enfermera Dahiana Gisela Madrid, una de las ocho acusadas por la muerte de Diego Armando Maradona, le envió a la agencia Noticias Argentinas la declaración de la testigo, quien compareció ante la fiscal Carolina Asprella.
La mujer remarcó que se dedica desde 2018 ejerce la medicina estética en un inmueble de la Avenida Perón 2302 de la localidad de Victoria.
En este sentido, refirió que en 2021 conoció a María Eva Pereyra, con quien trabaja en ese centro del partido de Tigre: “Normalmente cada una tiene sus pacientes, salvo que nos tengamos que reemplazar, por horario o por si algún paciente pide cambio de profesional”.
J.C. aseguró conocer en el edificio a Makintach ya que acude a turnos con Pereyra y reconoció “atenderla en alguna oportunidad cuando Eva tuvo a su bebé en 2022/2023”, aunque luego retomó las consultas con su colega.
“Yo sabía que ella tenía el caso de Maradona, lo supe al principio, pero nunca hablé con ella del tema o con Eva. Sabía que era jueza, ella me lo contó al comienzo que iba a estar en el juicio”, agregó la profesional sobre la participación de la ex titular del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°2 de San Isidro en el proceso declarado nulo.
Con respecto a las imágenes de “Justicia Divina”, donde se observa a la magistrada caminar por los pasillos de los Tribunales y ofrecer una entrevista en su despacho, afirmó que “se enteró en mayo cuando sale en la tele” y admitió que conversó brevemente acerca del escándalo con Rodríguez por WhatsApp: “Mi respuesta fue ‘qué vergüenza, qué papelón’, Eva me pasó el video del tráiler y quedó ahí”.
La testigo recordó que a la semana siguiente haber visto a la secretaria del la Defensoría de Juicio ante los Juzgados Correccionales del Departamento Judicial de San Isidro, Marina Rodríguez, a quien “le conté” que tenía el material y se lo “pasé”: “Pero eso fue cuando ya estaba el escándalo en la tele”.
La fiscal le preguntó si poseía el chat en su teléfono celular que mantuvo con la funcionaria, a lo que respondió que “no, porque eso fue personalmente, solo reenvié el video por WhatsApp” el 26 de mayo a las 14:54.
“Julieta vino al consultorio después de que declaró Eva (Pereyra)”, sobre quien sostuvo que “no sabía qué hacer, si atenderla o no” a raíz de que “no entendían bien la situación, es decir, no teníamos idea de la magnitud del tema, vino creo que dos veces a atenderse”, consignó la esteticista.
Asimismo, señaló que su compañera le mandó capturas de la charla con la funcionaria judicial ya que insistía con saber si Marina Rodríguez era su paciente y, por lo tanto, si le envió el tráiler del documental; “La encara, le manda un informe y le dice ‘vos le mandaste el video a Marina, no puedo creer que vos hayas hecho esto, necesito saber si fuiste vos'”, enumeró J.C., que le aconsejó a Pereyra no contestar los mensajes de la jueza.
“Cuando hablo con Eva, le digo que yo le mandé el video a Marina”, rememoró, a la vez que destacó que la imputada mostró una conducta “intensa” al mencionar una “mafia que quería destruirla” mientras exhibía las conversaciones con su colega: “Le decía a Eva que era parte de esto”.
Por último, reconoció que Makintach “no la autorizó” para que difunda el material: “Nunca tuve autorización, nunca hablé con Julieta”.