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Ziliotto inauguró la 99° Exposición Rural de Santa Rosa, ratificó apoyo al sector agropecuario y anunció fuerte inversión en rutas

El gobernador Sergio Ziliotto detalló las acciones que el gobierno provincial lleva adelante en favor del campo y subrayó la necesidad de dialogar y generar consensos para encontrar soluciones frente a un contexto marcado por políticas nacionales que no favorecen la producción.  

La apertura de la 99ª Exposición Agrícola, Ganadera, Industrial, Comercial y de Servicios de Santa Rosa reunió a productores, dirigentes y funcionarios en el predio de la Asociación Agrícola Ganadera, donde el gobernador Sergio Ziliotto pronunció un discurso centrado en las medidas provinciales activas y proyectadas para sostener la actividad productiva.

Ziliotto repasó los instrumentos y programas vigentes, anunció compromisos de acompañamiento para inversiones y logística rural, y puso especial énfasis en la necesidad de fortalecer el diálogo entre el Estado, el sector privado y las entidades intermedias para construir consensos que permitan enfrentar las dificultades que generan políticas nacionales adversas a la producción y el trabajo.

Texto del discurso

Quiero agradecer la posibilidad de compartir esta muestra productiva.

Como siempre, estamos aquí mostrando, ratificando y ampliando nuestras políticas públicas para el campo pampeano, en línea con la importancia y el efecto multiplicador que tiene en la economía provincial.

Venimos asistiendo a distintas exposiciones en el interior provincial.

Como lo hacemos durante el año en los espacios institucionales, hemos escuchado a la dirigencia rural.

Nunca nos han molestado las críticas. Porque ayudan a mejorar nuestras respuestas.

Pero con sorpresa vemos como se minimiza el apoyo del gobierno provincial, trasladándole la frustración y el enojo por promesas incumplidas de otros.

Surge entonces propicia la oportunidad para marcar diferencias e identificar, con datos y certezas, quien defiende y quien castiga al campo. Quien lo potencia y quien le pone palos en la rueda.

Mucho se habla de la presión tributaria, de la carga impositiva del Estado sobre la economía.

El gobierno nacional y sus voceros pretenden instalar que el freno a la economía es culpa de las administraciones provinciales y municipales.

Una mentira que el mismo Ministerio de Economía de la Nación reconoce oficialmente.

Sus propios informes certifican que en 2024 la carga impositiva nacional aumentó, mientras que la provincial ha disminuido.

Si analizamos como se compone la carga impositiva sobre el sector, vemos una fuerte incidencia de impuestos cuya vigencia y cuantía dependen exclusivamente del Gobierno nacional.

El componente tributario nacional sobre el campo pampeano asciende al 93,56 % de su carga impositiva total.

En el otro extremo, el fisco provincial sólo aplica un 4,36 % mientras que el conjunto de tasas y contribuciones municipales, incluyendo las guías ganaderas, suma el 2,08 %.

Sin dudas que el mayor componente tributario nacional son las retenciones.

La reciente, efímera y fraudulenta baja de retenciones concentró aún más la renta del campo en unos pocos. Poco y nada benefició a pequeños y medianos productores.

Como tantas otras veces, lejos estuvo de ser una solución estructural.

Coincidimos que es necesaria desde hace tiempo, pero a partir de un mecanismo diferencial que concentre los mayores beneficios en los pequeños productores.

En esa línea, debemos señalar lo ocurrido en este período presidencial. Como nunca se sucedieron oportunidades propicias para disminuirlas considerablemente o eliminarlas selectivamente.

Fueron sin dudas, oportunidades perdidas.

Ocurrió esa posibilidad cuando se decidió la no continuidad del Impuesto PAIS o cuando se eliminaron las retenciones a la minería.

Ante ambos escenarios, el Gobierno Nacional no priorizó al campo.

Entre el campo y los importadores, eligió a los importadores. Ni hablar del daño que también produjo a la industria nacional y al turismo interno.

Entre el campo y las mineras, eligió a las mineras.

Y recientemente, el gobierno nacional eligió a los que especulan y no a los que producen.

Como si fuera poco, el proyecto de presupuesto nacional del gobierno prevé incrementar en 2026 las retenciones un 3,2 % en términos del Producto Bruto Nacional.

En el medio aparecen medidas que marcan el profundo desconocimiento de la realidad y las necesidades de las economías regionales.

El desguace del INTA, el desfinanciamiento de las universidades nacionales, incluidas nuestras Facultades de Agronomía y de Veterinarias, implican barreras para sumar eficiencia y productividad.

En contraposición, permítanme compartir datos vinculados a nuestra gestión.

En primer lugar, los que surgen del esquema tributario provincial.

Mientras, según la CEPAL, la participación del campo en el conjunto de la economía provincial es del 16 %, su aporte a la recaudación impositiva provincial se ubica en el 10,3 % en 2024.

Ese diferencial positivo entre el volumen de sus negocios y lo que tributa, marca nuestra valoración hacia el sector.

A ello, sumémosle que la tasa más alta que grava los Ingresos Brutos del sector es 10 veces menor que la intermediación financiera no bancaria.

Además, si se realiza un análisis del impuesto inmobiliario rural y su evolución desde 2019 vemos que su actualización ha quedado muy por debajo del aumento de precios de los productos que genera el campo.

Al día de hoy, el impuesto inmobiliario rural ha aumentado un 22 % menos que el aumento del precio del trigo, un 34 % menos que el maíz, un 50 % menos que la soja, un 92 % menos que el girasol, un 113 % menos que el aumento del novillo o el 144 % menos que el de los terneros.

Lo recaudado por el impuesto inmobiliario rural cubre el 75 % de lo invertido en forma directa por Vialidad Provincial en mantenimiento de la red terciaria.

En 2024 se recaudaron 7.760 millones de pesos mientras que se invirtieron 10.322 millones de pesos en esa tarea. El resto fue cubierto con recursos de rentas generales.

Otra referencia es que, en La Pampa, el campo acumula 19 años de estabilidad fiscal, base de la previsibilidad que se necesita para definir inversiones.

Más aún, desde 2021, la Ley de Incentivos Fiscales ha disminuido la carga impositiva. A modo de ejemplo, en 2024 el campo recibió a valores de hoy 1.125 millones en créditos fiscales, lo que derivó en un menor aporte tributario.

Un tema recurrente es el sistema de los pagos a cuenta o adelanto de pago de impuestos a través de retenciones o percepciones, entre los que se incluye el SIRCREB.

Quiero mostrarles una cuenta muy simple: en 2024 el campo pagó impuestos por 29.740 millones. El monto actual de los saldos a favor de los productores incluidos en el SIRCREB es de 398,9 millones. O sea, lo retenido es del 1,3 %. Y solo incluye al 10 % de los productores.

Para más datos, según el Instituto IDESA, La Pampa es una de las seis jurisdicciones con menor incidencia de los pagos a cuenta en relación con la recaudación total. El monto acumulado es menos de la mitad de la media nacional.

Por ello no puede identificarse nuestro esquema recaudatorio como confiscatorio ni de apropiación.

Sí, responde a un necesario control a los que eluden o evaden. Un control que permite sostener la estabilidad tributaria y los incentivos a la producción sin abandonar las funciones esenciales del Estado.

Yendo a otra temática, quiero ratificar nuestra postura a favor de la Ley de Plaguicidas.

Se trata de una ley que está vigente, se aplica en 15 municipios, por lo que también se cumple.

Hay algo sustancial que debe quedar claro: esta ley no prohíbe la aplicación de plaguicidas. Exige prácticas diferenciales y cuidados especiales en cercanías de centros urbanos. Estas tareas ya se realizan vía excepciones solicitadas por los municipios y autorizadas por la autoridad de aplicación.

Porque no sólo promovemos la producción, también tenemos la responsabilidad de cuidar la salud y preservar el ambiente.

Saliendo de este escenario coyuntural, no tengo duda que en el tiempo esta ley se transformará en un instrumento de protección de nuestro sistema productivo.

Observando la creciente rigidez de las reglas del comercio mundial, políticas públicas de este tipo servirán en el futuro para sortear barreras paraarancelarias que castigan la desprotección ambiental.

En el acceso al financiamiento también estuvimos acompañando. Sólo en lo que va del año 2025 hemos aportado 16.625 millones de pesos en créditos para el sector.

Además, durante 2025 habremos invertido en subsidios de tasas 1.430 millones de pesos.

Esos créditos y subsidios de tasa se potenciaron con el otorgamiento de garantías públicas de nuestro FOGAPAM por más de $ 29 mil 300 millones pesos, a valores actuales y distribuidas en 945 garantías, desde su creación en 2021.

Otro dato para destacar es que el campo es el sector productivo que encabeza las estadísticas en cuantía de financiamiento, de garantías y de subsidio de tasas por parte del Estado provincial.

Este conjunto de datos no busca ninguna confrontación, sino visualizar nuestro apoyo.

Entendemos las demandas sectoriales, pero también pedimos identificar responsabilidades.

El gobierno central no sólo abandonó sus responsabilidades, sino que se apropió ilegalmente de nuestros recursos, también de los recursos del campo.

Nadie puede desconocer el fuerte incremento de la demanda en salud, educación, seguridad, contención social y obra pública.

Aún,  con una fuerte pérdida de recursos, el Estado provincial sigue dando respuestas a toda la sociedad, vivan en la ciudad o en el campo. Sin discriminar a nadie.

A lo que hicimos vamos a incorporar otros beneficios y herramientas.

Como es de costumbre, los productores ya disponen de una línea de financiamiento para enfrentar la siembra correspondiente a la cosecha gruesa.

En el marco del consolidado y exitoso Plan Ganadero Provincial, mantenemos el financiamiento para Inversión y Capital de Trabajo a través de líneas tradicionales y del Compre Pampeano vía Banco de La Pampa.

También se hallan vigentes las líneas Competitividad Pyme y Maquinarias Agrícolas, producto de nuestra vinculación con el Consejo Federal de Inversiones.

Todas ellas con alternativas de plazo de hasta 5 años y con plazos de gracias de hasta 24 meses.

Para cada alternativa crediticia se mantiene el subsidio de tasa, un fuerte incentivo que se financia con el presupuesto provincial.

El próximo 1 de enero será obligación el uso de caravanas electrónicas para la identificación de terneros.

Esos dispositivos sin dudas agregarán eficiencia al manejo de los rodeos, pero significarán una inversión considerable para el productor, principalmente para el pequeño.

Por ello compensaremos a productores que tengan rodeos de menos de 500 animales.

Toda esa inversión serán considerandos pagos a cuenta del impuesto a los ingresos brutos y del impuesto inmobiliario rural.

La Ventanilla Fiscal para compensar en línea los saldos a favor de los contribuyentes pampeanos, hoy está evolucionando en un módulo de Control Automático de Bases Imponibles, al que ya pueden acceder los contribuyentes para visualizar, subsanar o justificar inconsistencias, sin ningún otro trámite.

El objetivo claro es minimizar los tiempos de tramitaciones y respuestas ante pedidos de reducciones de alícuota o emisión de certificados de no retención o percepción.

Para sumar herramientas vinculados a la seguridad rural y a la lucha contra el fuego, incorporaremos dispositivos de comunicación satelital.

Por ello, invertiremos en 40 antenas satelitales móviles a instalar en vehículos de la policía provincial, de Defensa Civil y de la Dirección de Recursos Naturales, y en 10 antenas fijas para garantizar la comunicación en lugares que hoy tienen conectividad.

Ello permitirá hacer más inmediata la respuesta ante el delito, mientras que, por otro lado, garantizará la comunicación entre las cuadrillas y las bases de Defensa Civil y así achicar las dificultades que generan las distancias en zonas inhóspitas, en ocasión de incendios.

Por otro lado, seguiremos trabajando en conjunto para incorporar más cámaras monitoreadas en el ámbito rural.

En sentido contrario al gobierno nacional, seguiremos invirtiendo en la reparación y mantenimiento de nuestras rutas provinciales.

Inversiones estratégicas para la salida de la producción pampeana.

Con un presupuesto a valores actuales de 84 mil millones de pesos, licitaremos las intervenciones en las rutas 1 entre General Pico y la Ruta nacional 188, en cercanías de Intendente Alvear y Larroudé; la ruta 1 entre Macachín y Miguel Riglos, la ruta “de la cría” 13 entre la ruta provincial 14 y la nacional 143, y también la ruta 4 entre la ruta provincial 1 y González Moreno, límite con provincia de Buenos Aires.

Son 282 kilómetros de rutas provinciales a intervenir.

Al mismo tiempo, seguimos adelante con los trabajos de reparación y mantenimiento sobre las rutas 18, 20, 10, 102 y 1.

Además, otras dos licitaciones prevén la conservación del pavimento de la zona norte provincial y el señalamiento de otras interviniendo 2.138 kilómettos de rutas provinciales. Asimismo, sumaremos obras para iluminar otros 20 cruces de ruta, agregando más seguridad.

Mientras tanto, seguimos esperando una respuesta al pedido que realizamos al gobierno nacional en enero pasado, para que nos transfieran 600 kilómetros de rutas nacionales.

A ese silencio se le suma que nada se invierte con la recaudación del impuesto a los combustibles.

Este acotado resumen de lo que hicimos y haremos por el campo, ratifica nuestro modelo de desarrollo sustentado en la producción, con eje estratégico en la sinergia con el sector privado.

Y no sólo nos impulsa una decisión política. Se sustenta en estadísticas que generan organizaciones reconocidas.

Según el último reporte de la CEPAL para el período 2004-2023, la economía de La Pampa creció un 60 %, ubicándose novena en el contexto nacional.

En esos 20 años crecimos un 34,7 % más que el conjunto de todas las provincias.

En el contexto regional, crecimos por encima de las provincias limítrofes, salvo Neuquén por el impacto que determina Vaca Muerta.

Y ese lugar se logró a pesar de la dependencia climática de nuestra economía.

Un escenario que no afecta la producción minera o hidrocarburífera, principales motores económicos de las provincias que lideran ese informe de crecimiento.

Según la Organización FUNDAR, somos la provincia con más cantidad de empresas vinculadas a la población: 19 empresas por cada 1.000 habitantes.

Pero, quizá el dato más importante es que hemos acompañado ese crecimiento con inclusión.

La Pampa, según el Censo 2022, es la provincia con el menor índice de necesidades básicas insatisfechas y también la provincia con mayor desarrollo humano, según el Programa Naciones Unidas para el Desarrollo que considera indicadores económicos, sanitarios y educativos. 

Estos datos certificados contrastan con el relato de una economía provincial estancada social y económicamente.

Pero principalmente, indican que el modelo es el correcto, y es el que debemos profundizar.

Por último, quiero ratificar nuestra vocación de diálogo.

No es casualidad que sostengamos varios ámbitos sectoriales para escuchar y compartir decisiones.

Con aciertos y errores, siempre estaremos del lado de los que producen. 

Nunca tomaríamos una medida que fomente la especulación financiera, menos que concentre riqueza en desmedro de nuestras pymes productoras.

Desde este Gobierno, seguiremos tendiendo puentes, porque creemos que el futuro se construye entre todos, y que la fuerza productiva pampeana debe ser parte activa de un proyecto común.