Un repudiable ataque antisemita sacudió al barrio de Palermo este fin de semana, cuando la influencer y empresaria de moda Michelle Iman Schmukler denunció que un vecino de su edificio la agredió a ella y a su bebé de ocho meses, no solo con insultos, sino arrojándoles un objeto de metal desde su ventana. La indignación inicial por el ataque se transformó en estupor ante la increíble primera respuesta que recibió de la Policía de la Ciudad: le aconsejaron que se mudara.
El hecho, que la propia víctima relató en sus redes sociales, se viralizó rápidamente, provocando la intervención de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) y del Gobierno de la Ciudad, que finalmente dispuso una custodia en la puerta del edificio.
“AHORA ENCIMA TENÉS UN HIJO JUDÍO, QUÉ ASCO”
Según el desesperado relato de Schmukler, el ataque ocurrió el sábado al mediodía mientras jugaba con su bebé en el patio de su casa. De repente, escuchó que un vecino le gritaba repetidamente “judía, judía, judía”.
“En medio del shock”, contó la influencer, “miró y la persona le dijo: ‘Ahora encima tenés un hijo judío, qué asco'”. Inmediatamente después de proferir el insulto, el hombre le arrojó un fierro por la ventana, que por fortuna no llegó a impactarlos.
La pareja de la víctima acudió rápidamente a buscar a la policía. Al llegar los efectivos, el vecino “asume los hechos y dice que no tuvo puntería”, según relató la mujer, un detalle que agrava aún más la violencia del acto.
LA INSÓLITA RESPUESTA INICIAL Y LA INTERVENCIÓN TRAS LA VIRALIZACIÓN
La indignación de la familia creció al llegar a la comisaría para radicar la denuncia. Según contaron, la primera “solución” que les ofrecieron los agentes fue que “se mudaran de edificio”. El fiscal de turno, al ser sábado, se limitó a ordenar que se le entregara a la víctima un botón antipánico.
“Una persona salió desde su casa, le tiró un fierro apuntándole a la cabeza de un bebe de ocho meses y a su mamá y nadie le va a tocar timbre para decirle nada, nadie lo detiene, está mirando Netflix como si nada arriba nuestro”, relató la pareja de la influencer, incrédulo ante la falta de acción inmediata.
Fue recién después de que el video con la denuncia se viralizara en redes sociales que las autoridades tomaron cartas en el asunto. La DAIA presentó una denuncia formal y tanto el Gobierno porteño como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se pusieron en contacto con la familia. “Hay custodia en la puerta, ahora sí nos sentimos cuidados”, aclararon horas más tarde, tras compartir una imagen del presunto agresor.
El ataque se enmarca en la Ley Antidiscriminatoria (N° 23.592), que prevé penas de prisión de un mes a tres años para quienes inciten a la persecución o el odio por motivos de raza o religión, y agrava las penas de otros delitos cuando son cometidos por estas causas.