La madre de Morena Verdi (20 años), una de las tres jóvenes asesinadas en Florencio Varela, declaró ante el fiscal Adrián Arribas y acusó a la hermana de Lara Gutiérrez de “regentear” a las víctimas.
De acuerdo al documento al que accedió la agencia Noticias Argentinas, la mujer de 43 años recordó que la última vez que vio a la damnificada fue el viernes de la desaparición (18 de septiembre) cuando Morena, Lara Gutiérrez y Brenda Loreley Del Castillo se reunieron en su vivienda y luego se retiraron a las 21:00.
Al notar que su descendiente no respondía los llamados y los mensajes, Sabrina Mara Del Castillo decidió radicar la denuncia por “averiguación de paradero” en una comisaría de la zona, donde acudió con su hermana y su ex cuñada, a la vez que luego se hizo presente Laureano Damián Verdi (padre).
Morena vio por última vez el WhatsApp a las 3:00 del sábado 19. “Pude ver las dos tildes, pero ella nunca me contestó”, señaló, mientras que ocurría la misma situación con el celular de Brenda.
La madre rememoró que, al iniciarse la búsqueda, Carolina, la hermana de Stella Maris (madre de Brenda), recibió mensajes “desde un celular sin agendar”, con el que decidieron comunicarse, y una mujer “les refirió que su cuñado (testigo en la investigación) había visto subir a las chicas a una camioneta blanca en La Quila y El Tiburón”, cuyo conductor era una persona “que parecía de nacionalidad peruana con varias cadenas y anillos”.
“Si una de las chicas le presentaba un cliente a alguna de las otras, había como una confianza en que no había problemas con el cliente, es decir por ejemplo, si Morena le presentaba un cliente a Brenda o a Lara, era porque Morena confiaba en ese cliente, ese es un código del ambiente”, agregó.
Sabrina expresó que Agostina Gutiérrez, la hermana de Lara, “le había presentado a Morena a una de las personas que se ve en los videos que se viralizaron en los medios”, en las que se observa a la adolescente de 15 años y a “Priscila Torbio” con dos hombres y una de ellos es conocido como el “gordo Dylan”, quien sería el suegro de Martina Moreno (mejor amiga de Brenda).
La testigo reconoció que su hija y las otras dos víctimas ejercían la prostitución en el barrio porteño de Flores y consumían tussi (cocaína rosa), motivo por el que acusó a Agostina de ser la “regenteadora”.
En este sentido, solicitó que se imponga una consigna policial federal en su domicilio de Ciudad Evita, en La Matanza, a raíz de las reiteradas amenazas que sufre junto a su familia.