A tres semanas de las legislativas, el oficialismo aspira a consolidar su tercio parlamentario y blindar los vetos presidenciales. Pero los números revelan algo menos épico: Milei puede ganar poder institucional y perder aire político al mismo tiempo.
EL TABLERO QUE DECIDE LA GOBERNABILIDAD
Argentina entra en la recta final hacia el 26 de octubre de 2025 con un clima político de conteo regresivo. No es una elección más: define si el experimento libertario logra consolidarse o empieza a envejecer antes de tiempo.
Javier Milei llega al turno legislativo con un discurso de “shock liberal”, promesas de crecimiento y un dato que repite como bandera: la inflación mensual ronda el 3%.
Pero el poder real se medirá en bancas. Según el informe técnico “Proyección Legislativa 2025”, elaborado en septiembre sobre encuestas y resultados históricos, La Libertad Avanza (LLA) podría alcanzar entre 98 y 109 diputados y 29 a 32 senadores. Esa cifra le garantizaría el tercio legislativo (86 y 24) necesario para bloquear insistencias y resistir juicios políticos. No es hegemonía: es aire para seguir gobernando con el cuchillo entre los dientes.
El peronismo, reorganizado bajo el sello Fuerza Patria, se mantendría como primera minoría con 106 a 113 diputados y 28 a 31 senadores. Los bloques provinciales y de centro, que fueron árbitros en 2023, retroceden: de 62 pasarían a 42-46 bancas. La polarización vuelve a devorar los matices.
Encuestas de octubre, como la de Management & Fit, refinan el panorama: LLA con 39,6% de intención de voto sumaría 47 bancas nuevas en Diputados, elevando su bloque a 84; el peronismo, con 34%, apenas 3, quedando en 101. En el Senado, el oficialismo apuntaría a 28-30 escaños. No un tsunami, sino un avance modesto que deja al PJ como freno eterno.
EL FACTOR ESPERT Y LOS DISTRITOS CALIENTES
Los comicios bonaerenses son la madre de todas las batallas. Buenos Aires, con 35 bancas en juego, sigue siendo el termómetro del país.
El caso José Luis Espert, que renunció tras denuncias por presuntos vínculos con un empresario detenido por narcotráfico, impactó en la imagen presidencial y en la narrativa moral del oficialismo. Su imagen negativa escaló al 71%, y el 76% vio el escándalo como un golpe negativo para Milei, según Zuban Córdoba.
Encuestas previas lo ponían 8 puntos abajo de Taiana (Fuerza Patria); el reemplazo operativo por Santilli mitiga, pero el daño persiste: 20 puntos de desventaja en PBA, per sondeos internos.
Aun así, LLA conserva intención de voto cercana al 39-40%, con el peronismo en torno al 34%, según mediciones de consultoras como Analogías, Trends y Opina Argentina. En Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos, el oficialismo proyecta avances de 1 o 2 bancas, mientras el PJ mantiene sus bastiones en el norte y el conurbano. En CABA, LLA lidera con 32-37%, pero el escándalo erosionó 2-3 puntos.
La Boleta Única de Papel, que debuta este año, podría elevar la participación al 73%, según estimaciones de la Cámara Electoral. Un formato nuevo que puede revivir el voto castigo o, paradójicamente, consolidar a Milei como destinatario del hastío antipolítico.
Imagínense al jubilado de Lanús, con la boleta en mano, marcando por rabia o por esperanza: ese gesto simple podría sumar 5 puntos al oficialismo o hundirlo.
UNA ECONOMÍA QUE BAJA PRECIOS Y SUBE TENSIONES
En la economía real, las cifras muestran alivio sin bienestar. La pobreza descendió del 57% en 2024 al 31,6% en el primer semestre de 2025 (INDEC), y la indigencia ronda el 6,9%. Sin embargo, el 45% de los niños sigue por debajo de la línea de pobreza: el ajuste estabilizó variables, no vidas.
El jubilado que celebra precios estables pero llora por la AUH recortada encarna esa grieta.
El humor social refleja esa contradicción. La desaprobación del gobierno supera el 60%, y la imagen negativa de Milei se ubica en torno al 63%, según Zuban Córdoba, CEOP y Poliarquía. El núcleo duro libertario (30-35%) permanece fiel, especialmente entre jóvenes, pero el 15% indeciso -ese botín volátil- podría definir si el oficialismo refuerza su poder o empieza a desmoronarse desde adentro.
Y no olvidemos el “efecto Trump”: el respaldo de Donald en Nueva York, con promesas de fondos para 2026, dividió aguas. El 64% lo ve como “gesto simbólico” sin inversiones reales, y el 61% sintió negatividad por la foto; la imagen de Trump es 60% negativa en Argentina.
Para el 71%, impactará las urnas, pero solo 22% lo ve positivo para LLA, 20% negativo. Un guiño internacional que, en vez de blindar a Milei, lo expone como un outsider dependiente, erosionando su relato soberano.
EL PODER DEL VETO O LA FATIGA DEL PODER
Si Milei logra superar las 100 bancas, podrá vetar con comodidad y relanzar una Ley Ómnibus 2.0, centrada en reforma fiscal y atracción de inversiones. En el Senado, el aumento de 7 a 10 escaños lo blindaría frente a intentos de juicio político.
Pero sin mayoría absoluta, la gobernabilidad dependerá de alianzas frágiles con gobernadores como Pullaro y Llaryora, hoy más preocupados por sobrevivir que por acompañar.
El peronismo, con Cristina Kirchner y Sergio Massa en silencio táctico, conservará poder de fuego legislativo. Seguirán las tensiones sobre aumentos jubilatorios, subsidios y paritarias.
La lógica del coheteo -ellos insisten, Milei veta- parece destinada a prolongarse.
¿Resistirá Milei el óxido del poder, o el peronismo lo usará de lija?
LA ÚLTIMA PALABRA
El 26 de octubre no decidirá una revolución ni su derrota, sino su margen de error. Si Milei logra un tercio sólido, ganará tiempo. Si el resultado lo deja en empate, el reloj empezará a correrle en contra.
En una Argentina donde la paciencia se mide en meses y el poder se oxida rápido, lo que está en juego no es quién manda, sino quién resiste.
La urna no aplaude. Dicta sentencia.