La eliminación de San Martín de Tucumán en la primera fase del Reducido no solo significó un nuevo golpe deportivo, sino que también desencadenó una fuerte crisis institucional dondel el presidente Rubén Moisello renunció a su cargo.
Tras la caída ante Deportivo Morón, el presidente del “Santo” confirmó su renuncia junto con el resto de la Comisión Directiva y anunció que se adelantarán las elecciones para la renovación de autoridades.
“El hincha y el socio nos piden que sigamos, pero también hay un cierto cansancio y hay que evaluar la actitud a tomar”, expresó Moisello en diálogo con la prensa. El dirigente reconoció que el desgaste y la distancia con parte de la masa societaria influyeron en su determinación.
“Lo máximo que puedo hacer en estas circunstancias es terminar el mandato”, agregó, dejando entrever que el proceso de sucesión ya está en marcha. Según trascendió, una Junta Fiscalizadora asumirá provisoriamente el control institucional hasta la realización de los comicios, cuya fecha se definirá en la próxima reunión de Comisión Directiva.
La decisión se da en un contexto de malestar entre los socios y una pérdida de apoyo en las tribunas, producto de los repetidos fracasos deportivos y la falta de resultados en los últimos años.
El oficialismo busca ahora una transición ordenada que permita a las nuevas autoridades delinear con tiempo el proyecto deportivo para 2026. Entre los temas clave estará la continuidad o no del entrenador Mariano Campodónico, cuya permanencia dependerá de las decisiones de la futura Comisión Directiva.
“El objetivo es liberar tensiones y atender el reclamo de los hinchas, que durante todo el año mostraron descontento con la conducción”, explicó un dirigente saliente, que confirmó la voluntad de respetar los tiempos y formas establecidos en el estatuto.
No es la primera vez que San Martín de Tucumán enfrenta una situación similar, ya que en 2012, Emilio Luque renunció a la presidencia apenas seis meses después de asumir, lo que derivó en una etapa de inestabilidad y nuevos comicios en 2013.
Más de una década después, la historia vuelve a repetirse en La Ciudadela, donde el “Santo” deberá reorganizar su conducción en medio de una nueva transición, con la mirada puesta en recuperar la confianza de sus hinchas y reconstruir el equipo para el campeonato que viene.