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Confirmaron los procesamientos a ocho implicados en el secuestro extorsivo seguido de muerte Gastón Tallone

Los ocho implicados en el secuestro extorsivo seguido de muerte del empresario portuario Gastón Tallone, ocurrido en julio de 2024 en la zona porteña del Abasto, fueron procesados con prisión preventiva luego de que uno de los imputados haya declarado como arrepentido y confirme que, pese a que se pagó un rescate, nunca fue liberado.

La Sala 1 de la Cámara Criminal y Correccional Federal confirmó el procesamiento con prisión preventiva de ocho imputados por su presunta participación en el secuestro extorsivo del empresario Tallone, y que ahora se investiga también bajo el agravante de su muerte intencional, pese a que su cuerpo no fue hallado.

Los acusados señalados en esta trama son el abogado José Alberto Tomás Uriburu, a quien señalan como el presunto ideólogo del hecho; Gustavo Adolfo Juliá, que cuenta con antecedentes por haber cumplido una condena de 13 años de prisión en España por el tráfico de 944 kilos de cocaína en la denominada causa “narcojet”; y otros seis hombres cuyas iniciales son A.N.F., S.G.D.V., J.M.Z., L.G.L (quien declaró como arrepentido), C.M.G. y J.C.M.

La jueza María Servini, titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°1, los había procesado previamente a los ocho por el delito de secuestro extorsivo agravado por haberse cobrado el rescate, por actuar con la participación de tres o más personas y haber dado muerte intencional a la víctima, que prevé la pena de prisión perpetua.

La causa, según expone el portal Fiscales, se inició el 11 de julio de 2024 a raíz de una denuncia de la Fiscalía Federal de Concepción del Uruguay, a cargo de la fiscal federal Josefina Minatta.

En aquel entonces, Tallone era investigado en una causa por lavado de dinero, y la fiscal denunció que se detectaron escuchas telefónicas que daban cuenta de su secuestro. El sumario comenzó en esa jurisdicción, aunque luego, al corroborarse que ocurrió en Capital Federal, recayó en la fiscalía federal porteña de Stornelli.

“El secuestro se inició el mediodía del 8 de julio de 2024, cuando los imputados J.C.M. y C.M.G., actuando bajo las órdenes del abogado Uriburu, trasladaron a Tallone desde la calle Anchorena al 400 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hasta un inmueble ubicado en la intersección de las calles Chaco y Libertad, de la localidad bonaerense de Benavídez, que funcionó como lugar de cautiverio. Para el traslado se utilizó un Volkswagen Gol aportado por Juliá, mientras que Uriburu escoltó la maniobra en su vehículo Audi Q3”, destaca la imputación fiscal.

Una vez en la propiedad, perteneciente a la familia del abogado, los captores obligaron a Tallone a gestionar el dinero para su liberación. Se determinó que ese mismo día, por la noche, se pagó al menos 65.000 dólares.

La fiscalía sostiene que, pese a haberse concretado ese pago, “los captores asesinaron a la víctima e incluso, posteriormente, intentaron obtener más dinero” al enviarle mensajes extorsivos al hijo de la víctima.

“Gastón Tallone ha sufrido un destino trágico, como la muerte. La falta de evidencia directa de su bienestar, combinada con la ausencia de intentos genuinos de comunicación y la presencia de sus documentos personales y de valor en un lugar donde fácilmente podrían haber sido recuperados, sugieren el peor de los escenarios para la víctima”, señaló Stornelli.

El fiscal afirmó que “los elementos recolectados apuntan a que Tallone fue secuestrado en el marco de un conflicto con Uriburu, siendo posteriormente asesinado y su cuerpo ocultado mediante métodos extremos”.

Asimismo, sumó que la declaración de uno de los imputados fue clave ya que relató que, en el marco de una conversación que habría mantenido con otro imputado, este le habría manifestado que “Uriburu se volvió loco y al empresario lo mató con una pala de cavar y que lo llevaron cerca de Campana, provincia de Buenos Aires, donde lo tiraron al costado de la ruta y lo prendieron fuego. Creo que fueron ellos dos porque me lo contó así, me dijo: ‘lo prendimos fuego’”.