El abogado y analista financiero Carlos Maslatón reveló el secreto detrás de su notable cambio físico: una baja de 46 kilos que lo llevó de su máximo histórico de 143 kilos a pesar menos de 100 por primera vez en décadas. Lejos de dietas convencionales o cirugías, Maslatón confesó que desde diciembre de 2024 participa en un experimento del laboratorio estadounidense Eli Lilly and Company con una droga de última generación para la obesidad.
A través de un extenso posteo en sus redes sociales, el analista detalló que forma parte de un ensayo clínico que compara la eficacia de dos medicamentos inyectables de aplicación semanal: la “retatrutida” y la “tirzepatida”. “Destaco que desconozco cuál de las dos producciones en testeo me ha correspondido y que, entiendo, lo sabré recién tras las 80 semanas previstas para el experimento”, aclaró.
El punto de partida del ensayo, en diciembre de 2024, fue con un peso de 131,5 kilos. Hoy, la balanza marca 99,5. Su pico máximo, según relató, fue en octubre de 2020, cuando llegó a los 143 kilos.
ANÉCDOTAS DE UN “MASACRE” GASTRONÓMICO
Maslatón no escatimó en detalles sobre los hábitos que lo llevaron a ese peso, describiendo un pasado de excesos que denominó “masacrar euforizado”. “Comía mal. Hidratos de carbono. Gira por restaurantes. Menú degustación. Menús libres”, resumió.
Entre sus anécdotas, recordó sus viajes en el Subte D en los años 90, cuando se bajaba en la estación Tribunales para “masacrar un día 8 empanadas y al otro día 12 medialunas”. También relató una cena en Miami en el año 2000, donde pedía 30 piezas de sushi en un restaurante y, mientras esperaba, iba al local de al lado a comer un plato de pasta. “Cena en dos establecimientos contiguos pero en paralelo”, describió.
CÓMO FUNCIONA EL TRATAMIENTO
El analista explicó que el efecto de la droga no es simplemente “censurar y borrar el hambre”. “No es así, no. Las ganas de comer persisten razonablemente, pero mi experiencia es que, poco a poco, se empieza a consumir menos de todo aquello que masacraste y que te destruyó por años”, detalló.
El cambio, según su testimonio, es gradual y profundo: “Al tiempo no querés más nada de eso y hasta te llegan a generar directamente asco los dulces y las harinas”, confesó.
Finalmente, Maslatón aprovechó para enviar un consejo a los más jóvenes: “Si van por el camino nefasto de mis 30s y 40s que describo, córtenla sin dudarlo un minuto. Si se dejan llevar, pasado cierto nivel, será casi imposible revertirlo”. También aclaró que no se ha aplicado Ozempic, la popular droga del laboratorio Novo Nordisk.