El senador Mariano Recalde vuelve al juego electoral el próximo domingo para revalidar su banca. A través de su sello personal, que combina discurso militante con tono de cátedra, buscará reconectar con el electorado porteño para reanimar a un espacio que hace años busca hacer pie en un territorio esquivo para el justicialismo.
Recalde tiene 53 años, es abogado laboralista, docente en la UBA y un viejo conocido de la política nacional: fue presidente de Aerolíneas Argentinas entre 2009 y 2015, donde se convirtió en una de las caras visibles de la estatización de la compañía.
En 2015 probó suerte como candidato a jefe de Gobierno por el Frente para la Victoria, espacio con el que quedó en segundo lugar. Desde 2019 ocupa una banca en el Senado, que en caso de ganar se extendería hasta 2031.
En estas elecciones, bajo la marca Fuerza Patria, el titular del PJ de la Ciudad busca actualizar el mensaje para ensanchar el horizonte de votantes que históricamente se acercan a la propuesta del peronismo porteño.
Por este motivo, su espacio incluye dirigentes del justicialismo y aliados de distintos sectores: como es el caso de Itai Hagman, referente de Patria Grande, quien encabeza la nómina de diputados nacionales para reforzar la idea de ampliar la coalición.
La campaña de Recalde arrancó con un acto en la Facultad de Medicina, sin escenario ni discursos largos: los candidatos escucharon testimonios de vecinos sobre el impacto del ajuste.
“La verdadera libertad es llegar a fin de mes y poder ahorrar”, repite, en clara alusión al gobierno de Javier Milei, al que critica por el impacto del caos económico en la vida cotidiana de los porteños.
Con tono pausado pero firme, Recalde siempre se movió entre dos registros: el técnico, que viene de su experiencia como abogado, con una retórica en favor de los derechos laborales y universidades públicas, y el militante, que apela a las emociones y la memoria colectiva.
Sus ejes de campaña son clásicos: trabajo, soberanía y Estado presente, aunque busca darles un aire cotidiano, más cercano a la realidad que vive día a día la sociedad.
En un distrito históricamente esquivo para el peronismo, el desafío para Fuerza Patria es grande, pero Recalde confía en que la fragmentación del sector de centro derecha y el desgaste económico le abran una oportunidad.
Mientras tanto, camina, escucha y busca un equilibrio entre la gestión y la calle, entre la experiencia y la renovación. Su norte es claro: ahondar en la estrategia política que el peronismo porteño puso en marcha hace unos años, y que implica ampliar el espacio con nuevos actores sobre la base de propuestas actualizadas para conquistar al electorado.