Dos peritajes oficiales coincidieron en que no se encontraron drogas en las muestras realizadas sobre frascos y pastillas secuestrados durante los procedimientos que se llevaron a cabo en abril a la secta rusa que se investigó por supuesta trata de mujeres con fines de explotación en San Carlos de Bariloche.
Mientras el líder ruso Konstantin Rudnev, acusado por dicho crímen, se encuentra a la espera de una nueva audiencia, las pruebas en las que se apoyaba la investigación por presunto transporte de estupefaciente “tuvo un resultado categórico y dio todo negativo”, según informaron fuentes policiales a la Agencia Noticias Argentinas.
Los estudios, producidos por laboratorios de Gendarmería Nacional, descartaron la presencia de cocaína, MDMA, fentanilo u otras sustancias prohibidas en los elementos incautados como las muestras examinadas en hongos secos, hasta líquidos.
Lo que en abril fue presentado como “pastillas de cocaína” no lo era ya que un segundo informe, elaborado por el Grupo de Criminalística del Escuadrón 34 Bariloche, analizó pastillas azules y comprimidos blancos vinculados a imputados concretos y llegó a la misma conclusión: negativo.
Con 20 sospechosos excarcelados y ligados a la causa, una traductora rusa declaró que es inocente: no sólo sostuvo “Nunca vendí a nadie”, sino que además señaló que “lo único” que hizo fue “ayudar como intérprete a una embarazada que no hablaba español” en un hospital.
Desde la defensa, liderada por el abogado Carlos Broitman, se insiste en que “el 90% de los imputados ni siquiera se conocen entre sí” y que la Fiscalía estira los plazos sin aportar pruebas sustantivas.






