Durante las noches de enero y febrero, Gualeguaychú se convierte en un escenario a cielo abierto donde la pasión, el color y el ritmo se apoderan de la ciudad. En el Corsódromo “José Luis Gestro”, más de 25.000 espectadores por noche vibran con el Carnaval del País, el espectáculo teatral a cielo abierto más grande de la Argentina y uno de los tres carnavales más importantes del mundo, junto con los de Río de Janeiro y Venecia.
UN FENÓMENO CULTURAL Y TURÍSTICO
Cada verano, más de 180.000 personas llegan desde todo el país y del exterior para presenciar esta celebración que combina arte, música y tradición. Hoteles llenos, restaurantes colmados y una ciudad entera que late al compás del bombo: el Carnaval no solo es el alma cultural de Gualeguaychú, sino también su principal motor económico y turístico.
LAS COMPARSAS, EL CORAZÓN DE LA FIESTA
El Carnaval del País se estructura en torno a cinco comparsas históricas —Marí Marí, Papelitos, O’Bahía, Kamarr y Ará Yeví—, cada una respaldada por un club local. Detrás de cada desfile hay un año entero de trabajo: talleres de costura, herrería, diseño y coreografía que reúnen a cientos de vecinos transformados en artistas.
Cada comparsa despliega más de 270 integrantes en escena, acompañados por cuatro carrozas monumentales, una batucada electrizante y una banda musical en vivo que interpreta canciones originales. Los trajes —que pueden incluir hasta 70.000 plumas y medio millón de lentejuelas— son auténticas obras de arte que resumen meses de dedicación y creatividad.
COMPETENCIA Y ESPECTÁCULO
Cada edición abarca entre 10 y 11 noches de desfile, con cuatro comparsas en competencia. La de menor puntaje queda fuera al año siguiente, garantizando la renovación constante de propuestas y la excelencia artística. Un jurado profesional evalúa vestuario, carrozas, coreografía y música, mientras el público vibra desde las tribunas del Corsódromo.
MÁS QUE UNA FIESTA
El Carnaval de Gualeguaychú es también una escuela de arte popular. Miles de jóvenes aprenden danza, percusión, diseño y costura en los talleres de los clubes, donde el espíritu comunitario se mezcla con la ambición creativa. Las ganancias se reinvierten en proyectos sociales, educativos y deportivos, consolidando un modelo único de articulación público-privada que garantiza su sustentabilidad.
UN LEGADO QUE CRECE
Desde su primera edición en 1981 hasta hoy, el Carnaval del País se consolidó como un símbolo nacional. Su impacto económico se siente en toda la región: genera empleo, promueve el turismo y proyecta a Entre Ríos como una potencia cultural. En 2025, fue declarado de interés por la Legislatura provincial y avanza en su reconocimiento como Fiesta Nacional.
Cada noche, cuando la batucada marca el inicio del desfile y el Corsódromo estalla en aplausos, Gualeguaychú vuelve a reafirmar su lugar en el mapa de las grandes celebraciones del mundo. Porque si algo está claro, es que el Carnaval del País no se cuenta: se vive.






