Romina Mirabella, una argentina de 39 años oriunda de Hurlingham, contó en una entrevista con Infobae cómo es vivir en Cancún, México, la ciudad caribeña que un informe de Radical Storage catalogó como “el destino que más decepciona a los turistas a nivel mundial”.
Mirabella, que emigró en 2002 y vivió allí 12 años antes de mudarse a Mérida por la inseguridad, ofreció una mirada crítica sobre el destino de aguas turquesas y hoteles all inclusive, asegurando que “perdió su identidad cultural”.
“Cancún se volvió yankilandia”, afirmó Mirabella quien llegó a su destino como la abanderada del trabajo y luego bajó la guardia, comparando la construcción de resorts con Miami. “Ya casi no quedan mercados de artesanías. Son todos shoppings con marcas internacionales. Si querés eso, te vas a Miami. En Cancún uno busca otra cosa, algo más auténtico. Esto está desapareciendo”, sentenció.
PRECIOS “YANKILANDIA” Y TAXIS AL TRIPLE
El primer punto de conflicto que señaló la argentina son los precios inaccesibles. “Los precios no reflejan el de una nación sudamericana, sino de Europa o los de Estados Unidos”, lamentó en diálogo con Cinthia Ruth.
Denunció que los taxistas se aprovechan de los visitantes: “Si te escuchan con un acento diferente te cobran el triple. Se aprovechan muchísimo de los turistas”.
SARGAZO, PLAYAS PRIVADAS Y VIOLENCIA
Mirabella también apuntó contra el manejo del sargazo (algas) que invade las playas, un problema que afectó la temporada alta. Acusó al gobierno de “maquillar” la realidad: “Mientras ellos sigan subiendo fotos viejas, fakes de hace ocho años, donde se ve todo limpito y perfecto, la gente no se entera”.
Además, criticó la privatización de la costa: “Los hoteles se adueñaron prácticamente de toda la costa. Hay muy pocos espacios públicos y están llenos. Si te ponés en una playa frente a un hotel, enseguida viene el personal de seguridad a decir que te retires”.
Finalmente, describió un clima de violencia naturalizada: “Es común ver camionetas o cuatriciclos con policías encapuchados y armas largas. No solo por las calles céntricas sino también en las playas”, relató. Explicó que se cubren el rostro “para que los delincuentes no los reconozcan y tomen represalias contra sus familias”.
“La policía está arreglada con los cárteles, por eso nadie dice nada”, denunció Mirabella, quien recordó un tiroteo dentro del Hotel Hyatt en 2021.






