La fiscalía, representada por Laura Capra, pidió la pena de prisión perpetua para Soledad Paniagua, este viernes en la última jornada del juicio por el asesinato del ingeniero Roberto Wolfenson, que según la confesión de su ex empleada doméstica, lo habría asesinado al estrangularlo con un collar de naylon que tenía el nombre de su hijo.
La audiencia que tuvo lugar en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°4 de San Isidro fue presidida por el juez Esteban Andrejín, en conjunto con Victoria Santamarina y Osvaldo Rossi, miembros que brindarán un veredicto el próximo 20 de octubre.
Por el hecho ocurrido el 22 de febrero de 2024 donde en el country La Delfina de Pilar, el pasado miércoles, la imputada había declarado que el conflicto inició con una discusión que se le “fue de las manos” y relató la forma en que estranguló a la víctima.
Según el relato de Paniagua, Graciela Orlandi, la entonces pareja del fallecido, le habría solicitado a la imputada que le sacara el celular al hombre y citó: “Quiero saber en qué anda mi marido”, situación que se habría salido de control.
No obstante, el abogado de la viuda negó que la misma le haya solicitado a Paniagua que tome el celular del fallecido para entender “en qué andaba su marido”, tal como lo había referido la acusada para negar haber tenido la intención de robar.
En esta oportunidad, la mujer se mostró “decepcionada por el video y los audios” que se dieron a conocer tras la audiencia del pasado miércoles e hizo hincapié en las molestias familiares que generaron su declaración, tanto en su hijo de 17 años, como en su marido: “Me duele por mi familia, por mis hijos”.
Por este conflicto, la defensora de la acusada, María Gómez solicitó la nulidad del debate, sin embargo, el tribunal rechazó el requerimiento, aunque sí consideraron una evaluación para entender cuáles son las mejores medidas a tomar en adelante.
En tanto, la acusada deberá enfrentar la imputación de “robo calificado y homicidio criminis causa”, señalamiento por parte de la fiscal Capra quien consideró que se “trató de una muerte violenta: había un cuerpo tirado en el piso, con diversas heridas defensivas y un charco de sangre”.
A este cargo, el abogado Tomás Farini Duggan, representante de los hijos del ingeniero, Esteban y Laura, pidió que a los cargos se añada el agravante de alevosía por la forma en que falleció el hombre, anteriormente descripta.






