La financiación de los argentinos con tarjeta de crédito sigue elevada reflejándose un notorio aumento del uso del plástico en lo que va del año y de la alternativa de cubrir los gastos mediante el pago mínimo, con el riesgo de acumular intereses exponenciales.
En un escenario de pérdida del poder adquisitivo, la tarjeta de crédito cobra fuerza como mecanismo de financiación en los consumos diarios y pone presión a la economía personal a la hora de saldarlos cuando llega el resumen del banco.
Las operaciones en pesos con tarjetas de crédito durante octubre subieron en términos nominales un 1,3% mensual, el saldo llegó a $21,9 billones para el total acumulado, presentando un crecimiento interanual del 63,4%, contra los $13,4 billones al cierre del mismo mes del año anterior, según detalló un informe de First Capital Group.
El reporte elaborado en base a los datos informados por el Banco Central (BCRA) respecto al stock al 31-10-2025 remarcó que “en cuanto a las variaciones reales, se registra una caída mensual del 1,2% y un incremento anual del 24,2%”.
En esa línea, el dato más reciente revelado por la autoridad monetaria en el Informe de Pagos Minoristas puntualizó en el mayor uso de las tarjetas de crédito frente a las de débito, al arrojar que en agosto, hubo 180,4 millones de operaciones con crédito por $9,4 billones contra 178 millones con débito por $4,7 billones.
El crédito viene ganando terreno en los últimos años, ya que en 2022 las operaciones por este medio representaban apenas el 13,3% del total, mientras que en este calendario ya alcanzan el 46,2% del total.
Esta tendencia también fue expuesta en el Informe de Inclusión Financiera de octubre del BCRA donde precisó que la tarjeta de crédito continuó siendo el principal instrumento de crédito, con 14,6 millones de deudores, y registró un aumento de 4% en el primer semestre de 2025, lo que representó el 39,6% de la población adulta.
Frente a este escenario, la atención de los clientes bancarios se dirige al costo que conlleva el uso de las tarjetas de crédito en un contexto donde en los últimos meses las tasas de interés se vieron elevadas por la menor circulación de pesos en medio del proceso electoral. Tras la victoria del oficialismo, el Gobierno avanza con una paulatina reducción de las tasas pero aún el impacto se siente en el financiamiento del plástico.
Las compras con tarjeta en un solo pago no tienen interés aunque se deben tener en cuenta otros costos financieros, como impuestos o gastos administrativos. Mientras que los consumos que se abonan en cuotas con interés y el pago mínimo enfrentan un interés por financiación. En caso de ni siquiera poder cancelar el monto mínimo se agregan intereses punitorios.
El Costo Financiero Total (CFT) es el valor total de lo que se paga por financiar una deuda de tarjeta de crédito y se conforma, entre otras variables, por la tasa de interés básica (TNA), que determina la cuota pura (fija o variable), y el IVA.
La TNA es la tasa que se usa para calcular los pagos de interés de un préstamo o tarjeta de crédito. La TNA se cobra sobre el capital prestado por un año y varía proporcionalmente al plazo de devolución, es decir, mientras mayor sea el plazo del crédito, mayor será la TNA.
En el Banco Macro, por ejemplo, la TNA para financiar los consumos con tarjetas de crédito actualmente es de 105,30% y el CFT Nominal Anual con IVA asciende a 127,41%. En tanto que los punitorios en TNA es del 52,65% y el CFTNA con IVA llega al 63,70%.






