La Corte Suprema de Justicia de la Nación sentó un precedente al ordenar el aumento de una indemnización para los padres de una niña que sufrió parálisis cerebral durante su nacimiento, en un caso de presunta mala praxis ocurrido en 2002.
El máximo tribunal, con las firmas de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, hizo lugar al reclamo por daño moral y lucro cesante, tras considerar “arbitraria” la decisión de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, que había reducido drásticamente los montos.
EL CASO: PARÁLISIS CEREBRAL POR MALA PRAXIS
La demanda fue iniciada por una pareja contra el obstetra, la partera y varias instituciones, incluyendo “Swiss Medical Group S.A.” y la “Clínica y Maternidad Suizo Argentina S.A.”.
Según la denuncia, una deficiente atención médica durante el parto provocó en la niña una “encefalopatía hipóxico-isquémica perinatal”. A consecuencia de ello, la menor padece parálisis cerebral de grado IV: está en silla de ruedas, depende de un botón gástrico para alimentarse, no habla ni controla esfínteres.
LA POLÉMICA DECISIÓN DE CÁMARA
Aunque la jueza de primera instancia había condenado a todos los demandados, la Sala K de la Cámara Civil revocó parcialmente ese fallo en 2021.
La Cámara eximió de responsabilidad al obstetra y la partera, y sembró dudas al sostener que “no podía descartarse que la causa de la parálisis fuera anterior al nacimiento”. Con ese argumento, redujo los montos indemnizatorios.
LAS CLAVES DEL FALLO DE LA CORTE: “FUE ARBITRARIA”
La Corte Suprema consideró que la sentencia de la Cámara fue arbitraria. Las claves de su fallo fueron:
* Por el daño a la niña: Los ministros señalaron que los argumentos de la Cámara para reducir el monto del daño moral “no… resultan fundamento mínimamente aceptable”, dadas las graves condiciones de la joven.
* Por el daño a los padres: El fallo también cuestionó la reducción de la indemnización a los padres. La Corte remarcó que las graves secuelas de su hija generan una “terrible angustia e incertidumbre familiar” y que los argumentos de la Cámara “no son consistentes con la magnitud del padecimiento”.






