El actor Osmar Núñez sostuvo que mientras más interpreta al reconocido guionista y director sueco Ingmar Bergman, “más se descubre” a él mismo, al tiempo que consideró que las actuales políticas del gobierno de Javier Milei recortan los presupuestos y desmantelan organizaciones culturales, pero “hay algo del encuentro que no van a matar nunca, pero necesitamos el apoyo del Estado”.
El intérprete se sube a las tablas con junto a su co-protagonista, Ingrid Pelicori, y bajo la dirección de Leonor Manso, en la obra “Bergman y Liv, correspondencia amorosa” de Lázaro Droznes, en Hasta Trilce -Mazza 177, CABA-, los miércoles de noviembre a partir de las 20 horas.
La pieza es un repaso amoroso e íntimo sobre la relación entre Bergman con Liv Ullmann a lo largo de 40 años: “No leemos cartas, actuamos. Es un formato epistolar con palabras que se dijeron durante 40 años. Estuvieron conectados durante toda su vida hasta el momento en que él falleció. Realmente estuvieron conectados, ellos dicen, dolorosamente”, destacó Núñez en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas.
En línea, el artista que es un estudioso del icónico director, explicó que Ullman fue la “musa” de Bergman: “Hubo un vínculo que mutó a través del tiempo e incluso después de tener a la hija que la crió prácticamente ella. Él tuvo nueve hijos y pasó lo mismo”.
Respecto al vínculo que concibe con Pelicori en escena, tiene sus particularidades porque la idea inició en pandemia y, aunque ese no fue el puntapié para la decisión estética, también lo influenció: “Nunca nos miramos, hasta el final”, destacó el intérprete.
Núñez recordó los inicios del proyecto: “Lázaro Droznes le pasó el material a Ingrid -Pelicori-, que me lo compartió, lo leí y me encantó. En principio, iba a ser destinado a un estilo radial y no quedamos en el concurso. Entonces se sumó Leonor -Manso- a la dirección y empezamos a soñarlo teatralmente”.
Osmar, que ya se puso en la piel del director anteriormente, consideró que lo “interpela de una manera impresionante porque también me hago más preguntas de las que él hace, que a su vez, me lleva a otras preguntas“: “Es un aprendizaje, es un hombre con una mirada impresionante sobre la condición de la vida humana.Como actor, me invita a investigar sobre esos comportamientos”.
Noticias Argentinas: ¿Qué puntos tienen en común?
Osmar Núñez: Sobre el amor en general. No tengo mucho contacto con él por su inestabilidad amorosa, soy más estable, pero también cometo errores y me mando macanas porque uno también se equivoca en la vida.
NA – ¿Y en términos generales?
ON – Cuanto más interpretó sus obras y a él, más me descubro. Es un espejo en el que uno, a veces no se quiere mirar. Entender ese amor por sus hijos, aunque no tengo hijos. Él nunca tuvo la necesidad de ser padre o relacionarse de esa manera. Tuvo una crianza tremenda, una niñez bastante dolorosa. Él dice que toda la vida trabajó para expulsar los demonios que lo perseguían durante toda su vida. Él me interpela muchísimo.
NA – ¿Qué opinás sobre la nueva generación de actores?
Los tiempos cambian. Hay gente jóven con muchísimo talento. Hay menos contención para aquellos que tienen una vocación. La televisión pesó mucho sobre eso porque ayudaba. Hay como una tendencia a globalizar la actuación y no están las mismas oportunidades que existían años atrás para desarrollar tu profesión. Hay mucho teatro porque hay poco audiovisual.
NA – Y esa falta de contención se reflejó en la escena artística.
ON – Hay muchísimo teatro y cuando hay tanto, es imposible que todo funcione en la situación económica en la que vivimos. Pero, el argentino es muy teatrero y por eso lo que pasa acá, no ocurre en el mundo. Es un gran semillero para todos los gustos. El problema es que avasalla lo económico.
NA – “Correspondencia Amorosa” tuvo el apoyo del Instituto Nacional del Teatro
ON – Si, cuando se estrenó -2021- lo tuvimos.
NA – ¿Y cómo está la situación hoy en día?
Está desmantelado al igual que el INCAA y tantos sectores de la cultura donde no se termina de desarrollar ninguna subvención o apoyo. No es para hacerse millonario, sino para cubrir los mínimos gastos de tener una cultura con el semillero teatral impresionante que existe. Hay algo del encuentro que no van a matar nunca, pero necesitamos la ayuda y el apoyo del Estado. No podemos estar pendiente de la taquilla todo el tiempo. Más aún en los sectores que fueron creados por entes estatales y tienen que seguir estando esas premisas.
NA – ¿La relevancia artística va más allá de cada obra individualmente?
ON – La cultura es todo, no sólo el teatro, es nuestra historia inmediata y lejana. Hay una revisión y una transformación en el arte de todo aquello que tiene que ver con tu país. Es soberanía y democracia, se trata de eso. Va más allá de aprender a leer un libro. No es un disparate que de alguna manera te instruya, interpele y obligue a reflexionar acerca de la condición humana y de ser argentino.
NA – Es un símbolo nacional.
ON – Cada país tiene su proyección de aquello que ha vivido y lo que lo ha creado. Perder eso es imposible. El teatro no se dejó de hacer jamás, ni en los peores momentos de nuestra historia porque hay una necesidad de reflexionar sobre lo que nos pasa.
NA – Interpretaste a Perón tres veces. En algún momento ¿te imaginaste el panorama político que acontece?
ON – Es un periodo tremendo, un momento realmente muy feo y no pensé que íbamos a volver a vivir esto. Atravesamos momentos muy difíciles. Estoy alarmado, con bronca y preocupado de que la gente se muera por no tener los remedios oncológicos o bien para poder tener una mejor relación con la vida.
Hay gente que indudablemente no piensa en eso y en el daño que se puede hacer. Nos hacen mucho daño. Hay mucho odio y agresión verbal y física, así como con los jubilados y personas con discapacidad. Lastiman a la gente y lo hacen con una impunidad increíble.






