Durante más de veinte años, la compañía Floor Clean estuvo a cargo de la limpieza del hospital pediátrico. La presencia de más competidores permitirá bajar los costos y eficientizar el servicio para dejar atrás las polémicas presupuestarias.
El hospital pediátrico más emblemático del país inició formalmente el proceso para renovar su servicio de limpieza, un área clave que estuvo a cargo de la misma empresa por más de dos décadas. La transición ocurre en medio de resistencias internas y con fuerte impulso del Ministerio de Salud, que obedece a Mario Lugones y “ busca ordenar prácticas heredadas y liberar recursos para inversión”, según informaron funcionarios cercanos al ministro de Javier Milei.
Según explicaron autoridades del gobierno, “…la medida se enmarca en la política de modernización impulsada por el ún Ministerio de Salud, que desde principios de año avanza con un proceso integral de revisión administrativa, transparencia contractual y eficiencia operativa!.
Ahora bien, los comentarios quedaron confirmados a través de la Resolución 974/25, donde el Consejo de Administración convalidó de manera excepcional el pago de los servicios realizados por la empresa histórica —hasta tanto se defina la nueva contratación— y confirmó oficialmente que ya está en trámite el expediente para el nuevo pliego licitatorio.
La continuidad de la empresa solo se autoriza “hasta la definición de la nueva licitación”, lo que podría evidenciar que la etapa anterior está en pleno cierre.
Traducido en números, la medida generaría una reducción del personal necesario, en línea con modelos utilizados en otros hospitales públicos, y este hecho posibilitará la incoporación de más interesados en la licitación que mejorarán las ofertas históricas de Floor Clean. En el ministerio de Salud preveen un ahorro semestral significativo.
Resistencias internas: viejas prácticas que no quieren irse
En el hospital la transformación no transcurre sin tensiones. Fuentes del Ministerio y del propio hospital reconocen que ciertos sectores internos muestran resistencia al cambio, en particular aquellos ligados a prácticas heredadas, esquemas de contratación rígidos o dinámicas de influencia que formaron parte del funcionamiento histórico de la institución.
Algunas de esas tensiones se evidenciaron en conflictos recientes, protestas gremiales y reclamos que, según lo que afirman asesores en Casa Rosada, responden más a la disputa por las viejas reglas que a los contenidos técnicos de los nuevos procesos.
“Hay sectores que todavía operan con lógicas de hace 20 años. Es natural que les cueste, pero el Garrahan necesita evolucionar”, afirmaron voceros de Salud.
El hospital busca gestionar estas resistencias sin afectar el funcionamiento ni la calidad del servicio, adoptando un enfoque de transición ordenada.
La premisa parece ser la de liberar recursos para invertir donde importa, revisando contratos y redirigiendo los recursos que hoy se encuentran atados a esquemas rígidos de gestión, hacia áreas críticas del hospital, como diagnóstico por imágenes, terapia intensiva, infraestructura, laboratorios y programas de atención temprana.
La dirección del Garrahan evalúa que esta nueva etapa podría convertirse en un punto de inflexión para recuperar capacidad de inversión que el hospital necesita desde hace años.
Un hospital modelo con estructuras que permanecieron inalteradas
El Garrahan es referencia nacional en pediatría de alta complejidad, pero también carga con contratos prolongados que sobrevivieron a múltiples gestiones y coyunturas.
El servicio de limpieza —uno de los más sensibles para garantizar la bioseguridad hospitalaria— se mantuvo por décadas a cargo de Floor Clean S.A., sin competencia plena durante largos períodos.
Ese esquema, que en su momento garantizó continuidad, hoy es señalado como una rigidez administrativa incompatible con los estándares de transparencia y control que el Ministerio de Salud busca instalar en todos los hospitales nacionales.
Impulso político: modernizar sin interrumpir
Desde la cartera sanitaria destacan que, “No se trata de romper, sino de recomponer. Modernizar no es una amenaza: es una garantía de calidad”, afirmaron a NA.






