Ricardo Montaner no solo se consolidó como una de las voces más influyentes de la música latina, sino que también desarrolló un estilo visual que se volvió parte de su sello.
Su evolución estética refleja su crecimiento personal, sus búsquedas artísticas y los cambios naturales de la industria, sin perder jamás su esencia romántica.
LOS PRIMEROS AÑOS: TRAJES CLÁSICOS Y ESTÉTICA OCHENTOSA
En sus inicios, Montaner apostaba por un look prolijo y formal, muy en línea con los artistas románticos de la época.
Los trajes en tonos claros, las camisas amplias y los sacos cruzados eran protagonistas. Su imagen buscaba transmitir cercanía, elegancia y sensibilidad, atributos que se replicaban en sus primeras baladas.
El pelo voluminoso, marca registrada de los ’80, completaba una estética que generó varias de sus fotos más icónicas y que aún circulan en redes entre sus fans más nostálgicos.
LOS ’90: MINIMALISMO Y SOBRIEDAD
Con el éxito internacional de discos como Un Toque de Misterio y Es Así, Montaner consolidó un look más maduro. Apostó por tonos neutros, texturas más livianas y outfits monocromáticos que reforzaban su imagen de artista elegante y sofisticado, donde las camisas entalladas y los pantalones rectos marcaron esta etapa.
Fue también una época en la que el cantante comenzó a alternar looks más relajados fuera del escenario: jeans, camperas de cuero y remeras básicas, pero siempre dentro de una línea simple y cuidada.
LOS 2000: LA ERA DEL ARTISTA GLOBAL
Ya convertido en referente continental, Montaner se inclinó por un estilo más moderno. Los trajes dejaron paso a chaquetas minimalistas, remeras lisas, prendas negras y accesorios discretos.
Su imagen evolucionó hacia una elegancia contemporánea, ideal para la televisión, los shows multitudinarios y sus primeras giras globales.
También comenzó a experimentar con el total black, combinación que lo acompañaría durante muchos años y que se convirtió en una de las favoritas del artista.
LA ETAPA ACTUAL: SOFISTICACIÓN, COMODIDAD Y SELLO PERSONAL
En los últimos años, y especialmente con el lanzamiento de su gira El Último Regreso World Tour 2026, Montaner consolidó una estética más madura y depurada: tonos tierra, neutros y negros; chaquetas livianas; prendas de lino; y una elegancia descontracturada que refleja la etapa introspectiva que atravesó durante su pausa musical.
Su cabello gris platinado y su barba prolija, dos características que abrazó sin complejos, terminaron de reafirmar un estilo que combina madurez, autenticidad y presencia escénica.
