La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a once años de prisión e inhabilitación especial perpetua para un enfermero del Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur (INAREPS), al ratificar que sometió a pacientes en situación de extrema vulnerabilidad a abusos sexuales gravemente ultrajantes y vejámenes sistemáticos.
El máximo tribunal penal del país, con el voto líder del juez Alejandro Slokar, consideró acreditado que Rubén Omar Rivas abusó sexualmente de una paciente internada tras un accidente cerebrovascular en agosto de 2021.
Según la resolución, a la que tuvo acceso la Agencia Noticias Argentinas, el enfermero se aprovechó de los movimientos involuntarios de la víctima para cometer actos de índole sexual, lo que fue calificado como una forma de “humillación y cosificación” con un “plus de perversión”.
En su voto, Slokar destacó que el acusado se valió de su posición jerárquica y del contexto de encierro para desplegar conductas incompatibles con su función sanitaria, utilizando el cuerpo inerme de la paciente como un objeto.
Además, la Cámara ratificó la condena por los vejámenes infligidos en 2017 a otros dos pacientes, G.D. y J.B., quienes se encontraban en una situación de dependencia absoluta. El tribunal dio por probado que Rivas ejercía un patrón sistemático de maltrato, que incluía insultos, agresiones físicas y baños de agua fría en invierno como castigo, prácticas que carecían de justificación terapéutica y constituían violencia institucional.
Los jueces desestimaron los planteos de la defensa sobre supuestas imprecisiones en las fechas de los hechos y falta de congruencia, al considerar que la acusación fue clara y respaldada por pruebas múltiples y coherentes, incluyendo testimonios del personal de salud.
De esta manera, la condena de once años de prisión y la inhabilitación especial perpetua para ejercer como enfermero quedó firme.
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