Buenos Aires, 26 noviembre (NA)– El reconocido restaurante porteño Piegari está al borde del cierre por un juicio laboral en el que tendría que pagar más de 200 millones de pesos, de acuerdo con declaraciones de su dueño.
“A veces uno sabe que puede tener que pagar más o menos, pero en este caso la jueza, ignorando la documentación que presentamos, le dio más de lo que pedía el empleado y a mí me está condenando a pagar arriba de 200 millones de pesos”, dijo Alberto Chinkies, dueño de Piegari.
En declaraciones radiales, señaló que esta situación pone a la empresa al borde del cierre: “¿De dónde saco esa plata?”. “¿Qué tengo que hacer? ¿Tengo que cerrar? Hace más de 30 años que estoy trabajando, que tengo un restaurante prestigioso, que tenemos más de 100 personas. ¿Por uno que hace trampa en la preparación de pruebas tengo que dejar 100 personas?”, expresó.
“Creo que tengo argumentos para no pagar o pagar una cifra razonable, pero la jueza de primera instancia falló 100% a favor del empleado. Un fallo totalmente arbitrario”, detalló.
Según supo Agencia Noticias Argentinas, Chinkies contó que el mozo, que tenía más de 25 años de antigüedad laboral, “en la pandemia no quiso trabajar más y, a pesar de los reclamos para que venga cuando nos convertimos en esenciales y podíamos hacer delivery, no contestó nunca los mensajes”.
“Como no venía y pasaba el tiempo, lo despedimos con causa. Él se declaró despedido y nos hizo juicio con testigos preparados”, agregó.
Afirmó que ”es imposible para nosotros; yo no sé qué voy a hacer: tengo todas las cuentas de todos los bancos embargadas, ¿cómo pago al personal, los sueldos, los aguinaldos, los proveedores? ¿Cómo hago? De esto no se sale de un día para el otro, ¿de dónde saco esa plata? ¿Cómo hago para trabajar?”.
Detalló que “el fallo en mi contra está apelado en la Cámara, tengo la posibilidad de que se revea un fallo arbitrario. No contenta con eso, como la jueza cree que yo ya perdí el juicio, ahora me embargó por 160 millones de pesos”.
Señaló que según el cálculo judicial “si el mozo trabajara debería ganar 8 millones de pesos, es absurdo”. Afirm{o que “los índices son abusivos absolutamente, si los cálculos están hechos sobre cifras que no corresponden a la realidad”.
“Son más de 200 millones que tengo que pagar si pierdo y la jueza ya consideró que perdí, no entiendo qué hace; no somos un lugar que no existe, no entiendo; tratamos de hacer lo mejor posible para en lugar de estar mejor tratar de seguir mañana”, concluyó.
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