Buenos Aires, 27 noviembre (NA) – La Navidad activa los sabores clásicos de cada hogar con frutas abrillantadas, aromas cítricos y el perfume inconfundible del pan dulce recién horneado. En muchas familias, esta tradición culinaria más que una receta, es un ritual que marca el inicio de las fiestas.
Aunque el pan dulce industrial es una opción rápida, cada vez más personas se animan a preparar la versión casera para recuperar la textura, el sabor y el toque personal que solo brinda la elaboración artesanal. En tal sentido, según conoció la Agencia Noticias Argentinas, el secreto está en trabajar la masa con paciencia y sumar un ingrediente clave que potencia el aroma navideño.
Con un kilo de harina 0000 se pueden obtener hasta seis panes dulces de tamaño mediano, una cantidad ideal para compartir entre invitados, regalar o disfrutar durante la Nochebuena. El proceso es sencillo, pero requiere respetar tiempos de descanso y una correcta combinación de ingredientes.
¿CUÁL ES EL INGREDIENTE SECRETO QUE LE DA EL TOQUE DE SABOR JUSTO AL PAN DULCE CASERO?
El diferencial del pan dulce casero es la esencia de pan dulce, un aroma concentrado que realza los cítricos, equilibra la manteca y potencia el perfume típico de esta preparación. Usada en pequeñas cantidades, transforma una receta básica en un pan dulce verdaderamente navideño.
PASO A PASO PARA HACER EL PAN DULCE CASERO MÁS SABROSO
El primer paso es preparar un fermento. Para eso, se mezcla levadura con leche tibia y se deja reposar cinco minutos hasta que active. En otra olla o bol amplio, se coloca el kilo de harina 0000 junto con huevos, azúcar, esencia de vainilla, esencia de pan dulce y las ralladuras de limón y naranja.
Con todos los ingredientes secos y húmedos listos, se integra el fermento y se mezcla con cuchara.
Luego comienza el amasado a mano, fundamental para lograr una masa elástica y pareja.
Cuando los ingredientes estén unidos, se incorpora la manteca o margarina pomada y, tras un amasado de 10 a 15 minutos, se forma un bollo liso y se deja reposar una hora, hasta que duplique su volumen. Ese es el momento de dividir la masa en dos partes iguales.
Para la primera mitad, se estira la masa en dos rectángulos, se distribuyen frutas abrillantadas en el centro y se enrolla como un pionono.
El paso posterior es cortar porciones iguales para distribuir mejor las frutas y se divide en tres bollos que irán a moldes descartables de 500 gramos cada uno.
Con la segunda mitad se repite el proceso, pero reemplazando las frutas por chocolate. Una vez en sus moldes, ambas versiones deben volver a reposar hasta duplicar su tamaño, un proceso que tarda aproximadamente 90 minutos. Finalmente, se hornean 40 minutos a 170°.
DECORACIÓN NAVIDEÑA: GLASEADO Y FRUTOS SECOS
Para terminar, se prepara un glaseado simple mezclando azúcar impalpable con jugo de limón. Una vez listo, se vierte sobre cada pan dulce ya frío. Como guiño navideño, se pueden sumar guindas y un puñado de frutos secos para completar la presentación.
Con paciencia, buenos ingredientes y el toque de esencia de pan dulce, esta receta casera se convierte en un clásico infaltable para celebrar una Navidad con aroma a hogar.
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