Buenos Aires, 27 noviembre (NA) – Un equipo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) avanza en el desarrollo de bolsas biodegradables a partir de almidón de mandioca.
Según pudo saber la Agencia Noticias Argentinas, a través de este proyecto se obtienen bioplásticos para distribuir en todo el país a partir de una materia prima regional, lo cual reduce los costos de importación y el impacto ambiental.
La iniciativa nació gracias a un convenio con la empresa misionera Plastimi SRL, una compañía dedicada a la fabricación de envases plásticos.
El proyecto, liderado por Cristina Area y Pamela Cuenca, se lleva adelante en el Instituto de Materiales de Misiones (IMAM, CONICET-UNAM) y cuenta con la participación del Grupo de Preservación y Envases (GPE) y el Programa de Celulosa y Papel (PROCYP).
La importancia de este desarrollo radica en que, en la actualidad, no se fabrica ningún material de este tipo en el país. Para abastecer la demanda de productos biodegradables, la empresa misionera importa desde Europa una resina obtenida a partir de almidón de maíz.
TECNOLOGÍA MÁS EFICIENTE
El objetivo del convenio es desarrollar una tecnología eficiente y una formulación novedosa para producir los pellets (pequeñas perlas o granulado que sirve de materia prima para la industria). Se trata de materiales destinados a generar productos flexibles, como bolsas y películas.
De esta manera, se hace un aporte al enfoque de economía circular al emplear aditivos obtenidos de residuos de la industria lignocelulósica, como micro y nanocelulosa y derivados de colofonia, una resina que se obtiene del pino. Ahora se busca mejorar las propiedades de los materiales y, a su vez, contribuir a mitigar el impacto ambiental de la propia forestoindustria.
POR QUÉ SE UTILIZA MANDIOCA
La mandioca fue elegida como materia prima por su relevancia para la economía regional de Misiones.
Los materiales comerciales de este tipo suelen fabricarse a partir de almidón de papa o maíz en otros países, siendo este último el más popular. Este proyecto no solo busca generar un material novedoso, sino también una tecnología transferible.
Desde el CONICET explican que el desarrollo del material y de la tecnología de elaboración será clave para transferir a la empresa, propiciando el agregado de valor en origen de materias primas locales y reduciendo el impacto ambiental generado por los plásticos derivados del petróleo.
Además de envases, el equipo también trabaja en la obtención de materiales para agroinsumos, como las cubiertas vegetales (mulching films) a partir de polímeros biodegradables que se utilizan en cultivos de la provincia.
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