Buenos Aires, 3 diciembre (NA) — A poco más de un mes del rescate y relocalización de la yaguareté “Pará” y sus cachorros, el monitoreo de los ejemplares es clave para evaluar su evolución en el nuevo entorno y acompañar el proceso de adaptación a la vida silvestre, informó el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio).
En octubre pasado la Agencia Noticias Argentinas informó sobre un ejemplar de yaguareté hembra que había perdido un ojo y no podía cazar, por lo que buscaba alimento en viviendas rurales, el cual fue capturado y relocalizado junto a sus crías.
Ahora, desde IMiBio explican que este período resulta determinante para que la hembra logre asentarse en el ambiente natural y pueda criar a sus crías en condiciones favorables.
Asimismo, explicaron que la traslocación fue una medida excepcional adoptada ante una situación crítica que ponía en riesgo la vida de la madre y sus cachorros, luego de constatar que otras alternativas de manejo no habían dado resultado, por lo que fue la única opción viable para garantizar su supervivencia.
Dicho procedimiento constituyó una intervención inédita a nivel mundial, consensuada por las distintas instituciones que integran la Subcomisión Selva Paranaense para la Conservación del Yaguareté, integrada por el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables, el IMiBio, Proyecto Yaguareté (CeIBA-CONICET), la Fundación Azara, a través del Centro de Rescate y Conservación de Fauna Silvestre Güirá Oga, la Administración de Parques Nacionales y la Asociación Aves Argentinas.
SEGUIMIENTO CON CÁMARAS TRAMPA
Tras la apertura de las jaulas de transporte de la madre y sus crías, las cámaras trampa registraron la salida de la hembra, mientras que el egreso de los cachorros no fue detectado por el equipamiento. Desde el IMiBio señalan que el operativo priorizó minimizar la presencia humana en el área para no interferir en el proceso de adaptación.
Posteriormente se realizó un rastrillaje en el sector de liberación con participación de guardaparques e integrantes del equipo de operaciones. El procedimiento no arrojó indicios sobre la presencia de los cachorros en las inmediaciones ni signos de intervención de depredadores. Durante los días posteriores se registraron nuevas detecciones mediante las cámaras trampa, que confirmaron un patrón de desplazamiento normal de la hembra y una adecuada adaptación al entorno.
COLLAR SATELITAL
El monitoreo actual se realiza a través de un collar satelital colocado en el ejemplar adulto, que emite señales periódicas y permite conocer sus movimientos en el territorio. Este tipo de dispositivos solo puede ser colocado en animales adultos, ya que los cachorros aún se encuentran en etapa de crecimiento. Por esta razón, no es posible determinar con certeza su situación actual.
Hacia fines de octubre se registraron desplazamientos variables de la hembra dentro y fuera del área de influencia inmediata de su sitio de liberación. Las lecturas posteriores del dispositivo indicaron una continuidad en sus movimientos dentro de ambientes compatibles con su comportamiento natural, sin registrarse situaciones que representen un riesgo adicional para el ejemplar ni alteraciones en su patrón esperado de adaptación. No obstante, no existen elementos técnicos que indiquen que las crías no continúen su desarrollo en el ambiente natural, bajo las condiciones propias de la vida silvestre.
Actualmente, el área continúa bajo monitoreo permanente mediante patrullajes, cámaras trampa y recorridas técnicas que permiten mantener un seguimiento constante sin interferir en el desarrollo natural de la especie. #AgenciaNA






