Buenos Aires, 4 diciembre (NA) – Un equipo de investigación dirigido por el Instituto de Zoología de Kunming (KIZ) de la Academia de Ciencias de China mapeó recientemente un panorama integral del envejecimiento natural en monos rhesus, que abarca todos los principales sistemas de órganos a través de múltiples dimensiones moleculares. Así lo informó el China Science Daily este jueves, lo dio a conocer al mundo Xinhua y llegó a la redacción de la Agencia Noticias Argentinas, abonada a ese servicio informativo internacional.
PRIMATES NO HUMANOS
Los monos rhesus son modelos de investigación de primates no humanos muy valiosos debido a sus similitudes significativas con los humanos en términos de fisiología, metabolismo y fenotipos de envejecimiento. En un estudio previo, el investigador de KIZ Kong Qingpeng dirigió a un equipo para descubrir que el proceso de envejecimiento en monos rhesus tiene características no lineales significativas, con un punto de inflexión de aceleración distintivo entre los 16 y los 19 años de edad, que equivale a entre 48 y 57 años para los humanos.
Este punto de inflexión se alinea estrechamente con los cambios clave observados durante el envejecimiento humano, lo que respalda aún más al macaco como un modelo ideal para el estudio del envejecimiento humano. El equipo de Kong colaboró con otros investigadores para realizar un estudio basado en 17 monas rhesus hembras de entre 3 y 27 años, recolectando muestras de 30 órganos principales, incluyendo la piel, múltiples segmentos del tracto digestivo y órganos relacionados con los sistemas cardiovascular e inmunitario.
Midieron y analizaron datos ómicos en tres dimensiones moleculares: transcriptómica, proteómica y metabolómica. Sus hallazgos revelaron que el proceso de envejecimiento en las monas rhesus ocurre a ritmos diferentes en los distintos órganos.
Doce órganos envejecen relativamente rápido, incluyendo el timo, el bazo, el tracto gastrointestinal, los riñones y los ovarios, mientras que once órganos envejecen relativamente lento, incluyendo el cerebro, el hígado, la piel y las glándulas suprarrenales. El estudio identificó además características moleculares clave que subyacen a estas diferencias en el envejecimiento orgánico.
En los órganos de envejecimiento rápido, la eficiencia de la traducción para convertir el ARNm en proteínas disminuye significativamente con la edad, mientras que se mantiene relativamente estable en los órganos de envejecimiento lento. Esto sugiere que una disminución en la eficiencia de la traducción podría servir como una base molecular crucial para los diversos ritmos de envejecimiento orgánico, ofreciendo nuevos objetivos potenciales para futuras intervenciones contra el envejecimiento.
Las tres categorías de datos ómicos se colocaron a disposición del público como un recurso importante para la investigación sobre el envejecimiento, según el estudio, publicado en la revista Nature Methods. #AgenciaNA






