Buenos Aires 4 noviembre (NA) — Tras la desastrosa campaña de River Plate durante el 2025, el mediocampista paraguayo Matías Galarza Fonda realizó una importante declaración sobre su estadía en la institución deportiva.
Según averiguó la Agencia Noticias Argentinas, el jugador de la Selección de Paraguay manifestó: “Cerrando un año dentro de todo bien en lo personal, viví muchas experiencias, la verdad que fue un 2025 con buenos momentos. El final se complicó un poco pero bueno lo tomo como aprendizaje”.
“Voy a dar lo mejor de mí. Lastimosamente no se pudieron dar las cosas, pero el 2026 va a ser un excelente año si Dios quiere”, cerró sus dichos en la celebración de la premiación de la Federación de Paraguay. Galarza, de 23 años, permaneció como suplente durante la mayor parte del año y tuvo un rendimiento muy por debajo de las expectativas, situación que lo dejó relegado en la consideración interna. Sus minutos en cancha fueron escasos y, cuando ingresó, no logró asentarse ni mostrar la versión que había exhibido en ciclos previos, lo que generó cuestionamientos en el entorno deportivo y entre los seguidores del club.
Aun así, el mediocampista sostuvo que su compromiso con la institución sigue firme y que busca revertir la imagen que dejó en su primera temporada completa. “Voy a dar lo mejor de mí. Lastimosamente no se pudieron dar las cosas, pero el 2026 va a ser un excelente año si Dios quiere”, afirmó ante los medios presentes, dejando en claro su deseo de cambiar el rumbo.
En su análisis, también agradeció el respaldo del cuerpo técnico de la selección paraguaya, que lo mantuvo en consideración a pesar de su bajo nivel en el ámbito local. Galarza explicó que la exigencia de combinar la competencia internacional con un espacio reducido en River le generó dificultades, pero que esas mismas experiencias lo impulsan a trabajar para recuperar confianza.
En Paraguay, sus declaraciones fueron interpretadas como una muestra de templanza en un contexto adverso, mientras que en River comienzan a evaluarse decisiones respecto del armado del plantel para 2026. El caso de Galarza aparece entre los temas a resolver: si tendrá una nueva oportunidad dentro del club o si se analizarán alternativas para que recupere protagonismo fuera de Núñez.
Con un 2025 marcado por la frustración colectiva, la autocrítica del volante se suma a un clima de revisión profunda puertas adentro de River, que buscará recomponer su funcionamiento y reconstruir la competitividad perdida durante el último año. Galarza, por su parte, encara el 2026 con la necesidad de reconstruir su imagen y demostrar que puede ofrecer un nivel acorde a las exigencias del club. #AgenciaNA






