Buenos Aires, 6 diciembre (NA) — La cerealera china COFCO, que antes se llamaba Dreyfus, enviará desde el puerto de Timbúes, en el Gran Rosario, y desde Bahía Blanca, en total 107.000 toneladas de trigo, una exportación que corre por cuenta de Cargill, según se desprende del programa relevado en la agencia Nabsa.
Es esta la primera vez que tres barcos parten con trigo hacia el país asiático y están programados en el cronograma de ventas que hará la Argentina en los próximos meses, verificó la Agencia Noticias Argentinas.
China impone requisitos fitosanitarios estrictos para el trigo, incluyendo límites precisos para agroquímicos de poscosecha. Además, no acepta la presencia de transgénicos en el cereal.
Las primeras 65.000 toneladas de trigo se embarcan en Timbúes, otras 20.000 toneladas serán transportadas desde Bahía Blanca, con fecha de salida el 12 del actual, por el buque Obsession.
Y las restantes 22.000 toneladas partirán el 23 del corriente en el barco Anastasia K.
REANUDACIÓN DE IMPORTACIONES
En 2024, la naviera había llevado los primeros envíos de granos a China, también procedentes de COFCO.
Habían transcurrido 15 años hasta que reabrieron sus puertas al maíz argentino luego de prolongadas conversaciones diplomáticas.
Primero tuvo que alcanzar un acuerdo sobre requisitos sanitarios y, en enero, las autoridades aduaneras chinas también autorizaron a los operadores argentinos a exportar trigo por primera vez.
Syngenta AG contrató el buque MSXT Echo para enviar 66.000 toneladas métricas de soja a China, uno de los varios envíos rutinarios de soja argentina a Asia.
La información portuaria proporcionada previamente por la agencia naviera Nabsa informaba erróneamente que se trataba de maíz.
China es el mayor importador mundial de maíz para ganado y tradicionalmente, se abasteció del grano en Estados Unidos, pero recurrió cada vez más a Brasil tras permitir el suministro desde este país en 2022.
La habilitación para vender trigo a China llegó cuando el GACC incorporó a empresas argentinas en su sistema de establecimientos autorizados para exportar productos vegetales.
Desde entonces, el sector esperaba el primer movimiento concreto.
El país asiático, aunque es el mayor productor mundial de trigo, necesita complementar su oferta interna y compra en promedio entre 6 y 10 millones de toneladas por campaña, con picos cercanos a las 13 millones en los últimos años.
Sus principales proveedores son Australia, Canadá, Francia y Estados Unidos, pero la entrada del trigo argentino -con precios FOB de US$209 por tonelada, considerados muy competitivos- lo posicionan como un origen atractivo en un mercado global cada vez más ajustado.
Y la operación llega en un contexto ideal: una cosecha histórica de 25,5 millones de toneladas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, con rendimientos extraordinarios y clima perfecto durante toda la campaña.
SOBREOFERTA DE TRIGO
El contexto global muestra una sobreoferta de trigo, impulsada por buenas producciones en la Unión Europea y Rusia.
Esto provocó una caída del precio internacional a US$160 por tonelada en noviembre de 2025, el nivel más bajo desde 2019.
El valor FOB (Free On Board) del trigo argentino se mantiene en US$180 por tonelada. Esta diferencia implica una pérdida potencial de US$20 por tonelada para los exportadores argentinos.
Si se aplica a 8 millones de toneladas, la pérdida ascendería a US$160 millones.
La cosecha global de trigo para la campaña 2025/2026 se proyecta en 825 millones de toneladas.
La competitividad del trigo argentino en el mercado mundial se atribuye a problemas climáticos y una calidad razonable en Argentina, lo que abre posibilidades en mercados como el norte de África y el sudeste asiático.
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