Buenos Aires, 16 diciembre (NA) – El acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea atraviesa días cruciales en la antesala de su firma, con la intención de Francia de postergar la votación y rúbrica del pacto para el 2026 buscando modificar ciertas condiciones.
El gobierno de Emmanuel Macron busca retrasar la votación del acuerdo entre los Estados miembros, que está prevista para este 20 de diciembre, debido a su disconformidad con los términos vinculados a la industria agrícola.
En este sentido, el primer ministro francés, Sébastien Lecornu, sostuvo que “Francia solicita que se aplacen los plazos de diciembre para que los trabajos puedan continuar y se garanticen las medidas de protección legítimas para nuestra agricultura europea”.
A la posición francesa, se debe sumar el rechazo de Polonia y las dudas de Italia, que en las últimas horas también planteó reparos. En caso de concretarse la oposición de los tres países junto a una cuarta nación, quedaría rechazado el acuerdo.
La voz de las naciones europeas quedará expuesta esta semana en el Parlamento Europeo, cuando traten cláusulas adicionales para proteger el mercado agroalimentario del viejo continente, y en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, donde también deberían votar para dar su visto bueno definitivo.
La Comisión Europea se mantiene optimista y a inicios de la semana manifestó que el acuerdo se firmará antes de fin de año. Al respecto, el portavoz adjunto de la Comisión, Olof Gill, aseguró que concretar el pacto ahora “es una cuestión de crucial importancia económica, diplomática y geopolítica, pero también en términos de nuestra credibilidad en la escena mundial”.
Asimismo, precisó que “desde la conclusión de las conversaciones políticas el año pasado por estas fechas, la Comisión ha escuchado atentamente a los agricultores europeos, los consumidores, los Estados miembros y los eurodiputados, y ha actuado con decisión respondiendo a todas las preocupaciones y peticiones con medidas de acompañamiento eficaces”.
El actual acuerdo, que tuvo un principio de entendimiento en diciembre de 2024, liberaría el comercio entre la UE y los países de Mercosur, frente a lo que los agricultores franceses ponen reparos por competencia desleal de las importaciones procedentes de América Latina.
Ante este temor, Francia lidera la oposición en el Consejo Europeo y exige salvaguardias estrictas para suspender las reducciones arancelarias si las importaciones alteran los mercados de la UE, las llamadas “cláusulas de reciprocidad” que alinean las normas medioambientales y agrícolas de Mercosur con las de la UE, y controles sanitarios y fitosanitarios más estrictos por parte de la UE.
Con la proximidad de la fecha de firma estipulada, la concreción del acuerdo enfrenta un panorama incierto. Sin embargo, Brasil confía en que durante la cumbre semestral del Mercosur este sábado en la ciudad de Foz do Iguaçu se rubricará el pacto comercial.
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