Buenos Aires, 20 diciembre (NA) – La imagen de una niña de diez años de una aldea rural de Afganistán, concentrada en sus estudios dentro de su casa en una remota zona al este de Kabul, fue distinguida como la mejor fotografía del año en el concurso internacional organizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Alemania.
La fotografía, obra de la fotoperiodista francesa Elise Blanchard, integra el reportaje Ser niña en Afganistán y, según Unicef, refleja la “silenciosa pero inquebrantable resistencia” de millones de niñas afganas a quienes se les niega el acceso a la educación secundaria desde hace más de cuatro años.
La instantánea retrata a Hajira, cuyos ojos parecen atraídos por un libro escolar abierto en el suelo. La escena transmite la urgencia de quien es consciente de que su tiempo para aprender es limitado, en un contexto marcado por severas restricciones al derecho a la educación femenina.
“Esta fotografía nos muestra lo que significa la infancia para muchas niñas en Afganistán: tener que luchar por algo que debería ser obvio, el derecho a aprender”, afirmó Elke Büdenbender, madrina de Unicef Alemania, durante la ceremonia de premiación celebrada este viernes en Berlín.
Büdenbender destacó además que, a través de la mirada de Hajira, la autora “regala un momento de curiosidad y determinación” que funciona como un llamado a no abandonar a las niñas y niños afectados por la exclusión educativa.
De acuerdo con Unicef, actualmente más de 2,2 millones de niñas en Afganistán tienen prohibido asistir a la escuela. Aunque la educación primaria continúa siendo posible, las adolescentes en edad de cursar la secundaria ya no cuentan con autorización oficial para estudiar, una situación que amenaza su desarrollo y su futuro.
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