Los mecánicos europeos escudriñan las entrañas de los autos eléctricos chinos BYD para descubrir el secreto de su victoria sobre el que parecía imbatible Tesla.
Por primera vez ingresa un modelo de la marca hoy líder en el mundo en un desguace español, situado en la Carretera A92-G de Granada, que se llama “MotoCoche”.
Los trabajadores no desaprovechan la oportunidad de desarmarlo e intentar explicar algunas curiosidades de este modelo y la razón por la que la marca china puede revolucionar el sector del automóvil europeo.
Tiene frente a si un BYD Atto 3, un SUV compacto 100% eléctrico, de 4,46 metros de largo, 1,88 de ancho y 1,62 de alto y le analizan diferentes partes.
A simple vista, identifican todas sus piezas como de procedencia china, salvo dos: la bomba de freno de Bosch y los neumáticos Continental, ambos de origen alemán.
Perciben detalles en el interior similares a los que distinguen los “coches de alta gama”, tomando como referencia a Mercedes-Benz.
Por otro lado, hacen hincapié en la tecnología presente en el habitáculo como la consola central, u otros detalles como los asientos de corte deportivo e, incluso, de forma cómica, se hace mención a las cuerdas de guitarra ubicadas en las puertas delanteras, que simulan al instrumento musical. Coinciden en que “solo faltaría ver cómo le afecta el paso del tiempo”.
Ante la cuestión de “por qué BYD va a reventar el mercado”, según las propias palabras que utilizan, hacen alusión a su buena relación calidad-precio, y ponen como ejemplo a marcas como MG y Dacia, que tienen un gran éxito en el mercado gracias a esta receta.
RENOVACIÓN DE LA SUV
Un mes atrás, la marca china renovaba el Atto 3, con cambios de diseño, una mayor dotación de serie, una nueva puesta a punto de las suspensiones y una mayor potencia de carga en corriente continua, al pasar de 88 a 110 kW, reduciendo el tiempo de recarga del 10% al 80% de la batería de 40 a 35 minutos, siempre y cuando se cumplan las condiciones óptimas.
Respecto a su precio, actualmente el Atto 3 parte desde 26.240 euros, valor que incluye campañas de la marca y los 7.000 euros del Moves III, para lo cual es necesario achatarrar un vehículo viejo.
Cuenta con un motor eléctrico de 150 kW (204 CV) y 310 Nm de par, que permite al SUV compacto acelerar de cero a 100 km/h en 7,3 segundos.
A su vez, está asociado a una batería Blade Battery de 60,4 kWh con una autonomía media de 420 kilómetros.
La gran ventaja que parece tener BYD es su capacidad de producción en masa a bajo costo, lo que le permite ofrecer vehículos a precios muy por debajo de la media del mercado internacional.
No son los únicos que escarban los secretos que guarda el vehículo chino.
COMPRENDER A FONDO
El propio CEO de Ford, Jim Farley, le reveló al medio autobild que equipos de ingenieros de la compañía están desmantelando y estudiando los coches de BYD en un intento por comprender a fondo el éxito de la marca asiática.
“Hemos desmontado y analizado los coches de BYD para entender su funcionamiento interno, su tecnología y, crucialmente, cómo logran ofrecer estos vehículos a los precios que manejan”, habría comentado Farley en recientes encuentros con la prensa especializada.
Lo que más lo sorprendió es el acceso que tiene la empresa china a las baterías LFP, y reflexiona: “No están pagando márgenes, porque desarrollan sus propias baterías”.
Farley indica que los sistemas de propulsión eléctrica que utilizan los coches eléctricos de BYD no son tan eficientes como podrían serlo, por lo que esto podría ser una ventana de mejora para la compañía china y una oportunidad para Ford.
Las acciones de Ford ponen de manifiesto la preocupación de los fabricantes occidentales ante el rápido ascenso de BYD en el mercado de vehículos eléctricos, ya que la marca china ha logrado posicionarse como un competidor formidable, ofreciendo vehículos tecnológicamente avanzados a precios competitivos.