La Veneziana bajó sus persianas de golpe tras casi ocho décadas, sorprendiendo a Mar del Plata. Los vecinos de la calle Alberti sospecharon que algo andaba mal al ver el icónico local con las persianas bajas, señal de cierre definitivo. La tradicional heladería –un verdadero símbolo del helado artesanal marplatense– llevaba varias décadas de historia en la ciudad balnearia, por lo que la noticia tomó por sorpresa a muchos marplatenses. La escena generó preocupación e incertidumbre sobre el futuro del local y la situación de sus empleados. Hasta unos días antes, La Veneziana seguía atendiendo a clientes habituales; de pronto cerró sus puertas sin aviso, dejando helados (y corazones) pendientes.
UN SÍMBOLO MARPLATENSE DESDE 1946
Fundada en 1946 por Pedro Mazzaro, un inmigrante italiano, La Veneziana se convirtió en sinónimo del buen helado en Mar del Plata. Don Pedro trajo a “La Feliz” el oficio aprendido en su Venecia natal, inaugurando un local sencillo en Alberti 2059 que con el tiempo sería leyenda. Generación tras generación disfrutó allí cremosos cucuruchos artesanales. La heladería era famosa por sabores clásicos como el sambayón y el chocolate amargo artesanal –recetas de la casa que cultivaron fieles fanáticos. En sus años dorados, los propios dueños atendían el mostrador, creando un vínculo familiar con la clientela. La Veneziana fue un emblema de la gastronomía marplatense, manteniendo calidad artesanal incluso tras cambiar de dueños en la década del 2000. Sin embargo, en los últimos años enfrentó dificultades económicas y cambios administrativos, hasta llegar a este desenlace incierto. “Era la mejor heladería del mundo, un pedacito de la infancia de todos,” comentaba con nostalgia una vecina del barrio al enterarse del cierre (expresando el sentimiento común en la comunidad).
DEL SAMBAYÓN AL FRAPPUCCINO: STARBUCKS EN MAR DEL PLATA
Pocos días después del cierre de La Veneziana, se confirmó que la cadena Starbucks se instalaría en la ciudad. En efecto, Starbucks desembarcó junto a otra cadena (Burger King) en un moderno complejo con inversión millonaria y 90 nuevos puestos de trabajo combinados. No obstante, la contracara de esta “modernización” es la desaparición de un comercio histórico. Mar del Plata, ciudad orgullosa de sus cafés tradicionales y heladerías artesanales, ve cómo una franquicia global ocupa el lugar de un negocio familiar de 79 años, algo que para muchos simboliza la tensión entre la globalización y la identidad local.
NOSTALGIA EN REDES Y VOZ DE LA COMUNIDAD
El cierre de La Veneziana y la llegada de Starbucks desataron una oleada de reacciones emotivas en redes sociales y en el barrio. Clientes de toda la vida compartieron fotos antiguas con sus cucuruchos favoritos y anécdotas de veranos en la heladería. “Se nos fue un pedazo de la infancia”, “Ningún frappuccino va a reemplazar su sambayón”, fueron algunos de los mensajes de tristeza publicados en Facebook y grupos locales. En Twitter (X), un usuario resumió con ironía el sentimiento agridulce del momento: “Cerró la histórica heladería La Veneziana (1946) que hacía el mejor dulce de leche de la ciudad, pero abrió el primer Starbucks. Dios te quita y Dios te da”. El comentario –mezcla de humor resignado y crítica– se volvió viral, cosechando centenares de me gusta y retuits. Por su parte, antiguos empleados y vecinos expresaron su tristeza e indignación en medios locales: algunos lamentaron la falta de apoyos para los comercios tradicionales, y otros temen que “Mar del Plata pierda su esencia si siguen cerrando los lugares de toda la vida”.
En la capital nacional del turismo veraniego, donde tomar un helado artesanal es casi un ritual después de la playa, la pérdida de La Veneziana se siente profunda. Muchos marplatenses reconocen que Starbucks aportará una nueva opción de café internacional en la zona.
