“El Presidente es socio de cada argentino que odia a otro argentino”, lanzó con contundencia Felipe Solá al cuestionar la estrategia política y discursiva de Javier Milei. Para el dirigente peronista, el mandatario “no cree en la democracia” y construye poder a partir del aislamiento, el autoritarismo y el desprecio por el otro.
“Así no se construye una nación. La democracia es entre adversarios, no entre enemigos”, advirtió el exgobernador bonaerense y excanciller en una entrevista en Splendid AM 990.
Solá también analizó el rol de Cristina Fernández de Kirchner en el reordenamiento del peronismo, el avance del poder judicial como brazo del poder económico, el presente de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires y el rol que podría ocupar Sergio Massa en una futura articulación política.
Comparó el escenario actual con el de 2019: “Con Cristina no alcanza, pero sin Cristina no se puede”, señaló, y denunció que la expresidenta es víctima de una “ofensiva judicial orquestada desde el poder real” para sacarla de la cancha. “Una porción del Poder Judicial no imparte justicia: actúa como antijuez, responde a intereses concentrados y no rinde cuentas ante nadie”, disparó.
Solá defendió la gestión de Kicillof -“el gobernador más importante que tenemos”- frente al ahogo financiero que impone la Casa Rosada, y definió a Massa como “el más ligero del oeste”, con templanza y capacidad de reconstrucción. También se mostró a favor de la unidad del peronismo para frenar lo que calificó como una “semidictadura que pretende instalar Milei”.
Finalmente, ironizó sobre el rumbo del gobierno: “Si fuera más inteligente, sería más grave. Pero su desprecio por el otro, su odio a lo público y su desprecio por la democracia no son solo frases sueltas, son una forma de gobernar. Y frente a eso, la unidad no es solo una opción: es una necesidad”.
“El problema lo tiene el gobierno, no el peronismo”, sentenció. Y cerró con una advertencia: “La realidad termina imponiéndose. Y hoy, la realidad es el hambre, la desocupación, el ajuste brutal y la violencia institucional”.
