Angeline “la malvada” Mabhiza fue una asesina serial de Zimbabue que mató a ocho niños, entre 2012 y 2014, de los cuáles cuatro eran sus hijos y uno su primo.
Los crímenes cometidos por Mabhiza provocaron una ola de críticas porque nunca la hicieron tratar por algún posible trastorno mental que padecía.
Entre 2012 y 2013 esta mujer mató a sus dos hijos recién nacidos en Masvingo, pero sólo cumplió servicio comunitario por estos homicidios.
Los especialistas señalaban que Mabhiza arrastraba una inestabilidad mental que podría tener relación con algún padecimiento psiquiátrico.
Sin embargo, nunca hubo interés por tratarla y la dejaron en libertad, sin tener en cuenta que la historia la iba a repetir.
En 2014, tras discutir con su madre, envenenó con pesticida a seis niños de entre 2 y 7 años de edad, entre ellos dos de sus hijos y un primo.
El cruce verbal que tuvo Mabhiza con su madre se debió a que la mujer más anciana le recriminaba porque los niños no comían y la asesina se negaba a llevarles alimentos.
Enseguida la criminal le puso veneno al agua que tomaban los pequeños y los primeros en morir fueron sus hijos y un chico más.
Los otros tres menores, que supuestamente fueron a la casa a buscar agua para beber, no se salvaron, ya que, sin saberlo, también tomaron de la misma.
Posteriormente, Mabhiza se suicidó antes de que llegara la Policía para detenerla.
Un familiar de la múltiple homicida, llamado Talent Wapindami, quedó conmocionado al enterarse de todos los asesinatos y remarcó que hubiera sido “mejor” si ella se hubiera quitado la vida y hubiera perdonado a los niños.
“Me pregunto qué le pasó por la cabeza para verla envenenando al hijo de alguien”, indicó Wapindami en declaraciones formuladas a la prensa de Zimbabue.
La tragedia provocada por Mabhiza llevó a los familiares a consultar a médiums espiritistas para establecer qué pudo haber llevado a ella a cometer esos asesinatos.
