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Qué significa hacer la cama cada mañana, según la ciencia

Suena el despertador y la alarma es pospuesta 15 minutos cada día por las personas a las que les cuesta madrugar para comenzar con las actividades de la jornada, mientras que otras, no solo que se levantar a horario y tienen la costumbre de bañarse, sino que, también tienden la cama antes de salir de casa. Hacer la cama es una de las primeras decisiones que muchas personas toman cada día. Para algunos, es una rutina automática; para otros, una pérdida de tiempo. Pero lo cierto es que es un hábito común al que la ciencia le aporta respuestas sobre qué significado tiene llevarlo a cabo.

Hay estudios en psicología del comportamiento y la neurociencia que sugieren que esta acción puede influir en el estado de ánimo, los niveles de estrés y la sensación de control personal. Lo que parece ser una simple tarea doméstica encierra implicancias más profundas. Algunas de las conclusiones a las que llegaron especialistas con estos exámenes es que, las personas que hacen la cama a diario tienden a tener una mayor percepción de bienestar porque, este pequeño acto puede funcionar como un “ritual de activación” que prepara el cerebro para el resto del día.

Además, otro de los argumentos conocidos indica que quienes hacen su cama manifiestan dormir mejor, ya que, el orden visual y el ambiente limpio ayudan a asociar el dormitorio con descanso y relajación, lo que mejora la calidad del sueño.

¿QUÉ DICE LA PSICOLOGÍA SOBRE EL HÁBITO DE TENDER LA CAMA CADA MAÑANA?

La psicología cognitiva explica este fenómeno funciona como un anclaje conductual; es decir que, al iniciar el día con una tarea cumplida, el cerebro busca repetir la sensación de logro, lo cual aumenta la motivación y la eficiencia.

BENEFICIOS DE TENDER LA CAMA CADA MAÑANA

* Aumenta la productividad.
* Mejora el estado de ánimo.
* Reduce el estrés.
* Mejora la salud.
* Aumenta la autoestima.

Por otro lado, dejar la cama deshecha puede generar una sensación de caos o inestabilidad emocional, especialmente en personas que sufren de ansiedad.

Aunque no existe una única fórmula para comenzar bien el día, incorporar hábitos con sentido puede marcar una diferencia. Y hacer la cama, aunque parezca mínimo, podría ser uno de ellos. Y si bien no es obligatorio hacerlo, comprender su impacto puede ayudar a tomar una decisión más consciente sobre cómo comenzar cada mañana.