La naturaleza también tiene su confort. Solo hay que buscarlo y saber apreciarlo para poder disfrutarlo. Muchas veces está en lugares alejados de las urbes, en medio de la campo o pueblos pequeños, pero vale la pena ir por ellos para vivir una experiencia diferente y gratificante. En tal sentido, a apenas 60 minutos de la ciudad de Córdoba Capital, existe un rincón donde el tiempo se aquieta. Se trata de La Cala Restaurante de Campo, un espacio que invita a disfrutar de la gastronomía en medio del aire puro y un ambiente vivo.
El restaurante está rodeado de paisajes serranos que acompañan a cada una de las personas que lo visitan. A medida que las ciudades van quedando atrás y las sierras ganan terreno, los sonidos del río cercano, los tonos verdes de las sierras y el aire fresco hacen que cada almuerzo se convierta en un descanso para el cuerpo y el espíritu.
Está tan cerca de Los Reartes como de Villa General Belgrano, dos lugares increíbles de Córdoba. Es una ubicación estratégica entre dos de los destinos más buscados del valle. Allí, La Cala se convierte en la mejor excusa para combinar una salida gastronómica con paseos por pueblos pintorescos cargados de historia y tradiciones resguardados por las sierras.
El salón, el ambiente, la gente y la comida hacen de la experiencia una vivencia única que invita a volver cuantas veces se pueda y quiera para seguir alimentando al corazón con los platos y la calidez de sus anfitriones. La experiencia comienza al entrar en un espacio donde la madera, la luz tenue y una salamandra encendida en los días fríos crean un ambiente íntimo. Cada detalle del salón está pensado para que los visitantes se sientan a gusto y, como en casa.
COCINA DE AUTOR AL HORNO DE BARRO
El corazón de La Cala está en su cocina. Cada plato se prepara en horno de barro, lo que aporta un sabor único y reconfortante. Carnes tiernas, panes recién horneados y verduras de estación son los protagonistas.
Los sabores, sin duda, conectan con la tierra porque los ingredientes frescos y locales son parte de una propuesta gastronómica que respeta la esencia de la región. El comensal tiene la opción de elegir desde recetas tradicionales hasta creaciones con un toque gourmet. La carta sorprende y deleita con sus menús combinados con vinos boutique para cada ocasión, haciendo del convite un momento especial.
EXPERIENCIA DE INVIERNO Y DE VERANO
En invierno, el calor de la salamandra invita a tener largas charlas junto a un buen guiso. En verano, la frescura de la naturaleza se disfruta en las mesas al aire libre, bajo la sombra de los árboles. Pero no es todo por lo que el lugar es un buen punto para elegir ir, ya que, la comodidad de llegar en apenas una hora desde la capital cordobesa lo convierte en una escapada ideal de fin de semana, sin necesidad de grandes planes ni traslados extensos.
Por eso, más allá de su ubicación, la cocina y el paisaje, lo que distingue al restaurante es el trato humano, cercano y cálido que brinda el equipo que recibe a cada visitante como a un amigo, con una hospitalidad que completa la experiencia.
Sin bien la invitación está abierta es bueno saber que para poder concurrir y disfrutar de todas las prestaciones del lugar y sus platos y vinos, hay que hacer previa reserva para comer y tener una vivencia inolvidable en medio de la naturaleza.
¿CÓMO IR DESDE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES A LA CALA RESTAURANTE DE CAMPO EN CÓRDOBA?