Florencia Peña se refirió a la subjetividad del arte y la importancia de la cultura representativa de un país, aunque enfatizó sobre su cariño a Guillermo Francella quien recientemente se mostró en contra de la financiación de películas cercanas al arte contemporáneo.
Francella se encuentra en el ojo de la tormenta mediática ya que el último estreno que protagoniza, “Homo Argentum” fue tan amada como odiada en extremos iguales, lo que Peña definió como “una ensalada rusa donde se mezclaron todos los temas”, porque el conflicto se politizó.
“A Guille lo adoro y le tengo un gran cariño, no sólo porque trabajamos juntos, sino porque además fue un gran maestro en la comedia. Sé dividir las aguas, lo quiero, lo respeto y sé que eso es mutuo”, explicó la actriz.
A más de un año del vaciamiento del INCAA -Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales-, el actor señaló que en el formato más abstracto del séptimo arte “van cuatro” a la proyección y que “ni la familia del director va porque son obras de arte que no tienen identificación, no representan a nadie”.
Por su parte, la intérprete de Pretty Woman refutó: “No pienso para nada como Guille, pero lo maravilloso es que nosotros podemos compartir el trabajo y la vida sin sentirnos enemigos. No estoy de acuerdo con lo que dijo. El arte nunca puede estar supeditado a un resultado. La cultura de un pueblo es esencial y es esencial que haya un Estado presente, como en los países más desarrollados del mundo”.
Al tiempo, Peña pidió que el mismo poder Ejecutivo “banque cierta parte de esa cultura, así como lugares en donde chicos sin recursos puedan ingresar al arte que es sanador” y retomó sobre la disyuntiva de su par: “No estoy de acuerdo porque no sabemos cómo le va a ir a una película cuando la filmás, cómo va a salir una obra de teatro o un programa de televisión. Si tuvieras la certeza de los resultados, la vida sería distinta”.
“Una película no es mala porque fueron cuatro personas o buena porque fueron muchas. Generalmente, hasta se da al revés. Yo hice cosas muy buenas a las que no fue nadie y cosas no tan buenas que se llenaron. El arte es subjetivo y nadie puede decir lo que es bueno o malo”, continuó.
Respecto al más de medio millón de espectadores que ya vieron Homo Argentum, Peña se explayó: “Celebro que le vaya bien, que la gente pueda ir a verla y dar su opinión sobre eso. Ahora, al meterse el presidente que dio su opinión sobre eso, todo se pone en un lugar muy político”.
“Nunca voy a poner en el paredón de fusilamiento a Guillermo, ni a ningún compañero o compañera mía porque digan cosas con las que no concuerdo. Bienvenido al debate. El cariño que le tengo, no tiene que ver con nuestra forma de pensar”, concluyó la artista.