Un ex director de la Unidad Carcelaria N°1 de Salta declaró en el juicio por la presunta red narcocriminal y admitió que hubo irregularidades en los controles de ingreso al penal.
“Tenemos fallas en el sistema de control”, reconoció Roberto Vitte, quien ejerció la dirección del complejo penitenciario en 2022.
El funcionario señaló que los presos consumen drogas en las celdas y describió que el ingreso de las sustancias ilícitas al penal se realizaban bajo el sistema de “voleo” (los estupefacientes son arrojados desde el exterior hacia los patios internos).
De acuerdo a su testimonio, la coordinación se llevaba a cabo por mensajes de WhatsApp, pese a estar vigente la prohibición de su uso para los reclusos.
Sin embargo, señaló que los controles eran “eficaces” durante su gestión y que el desempeño del personal fue “correcto”, mientras que los reos permanecían una hora diaria en los patios, cuya dimensión abarcaba los “200 metros”, según informó el sitio oficial del Ministerio Público Fiscal de Salta.
Por el lado de las puntas carcelarias (elementos punzocortantes que utilizaban los presos en los enfrentamiento con otros internos), Vitte recordó que, en caso de ser halladas, se elaboraba el acta pertinente y luego los objetos eran remitidos al área de Sumarios y guardadas en un cofre bajo llave hasta ser retiradas del lugar.
Los detenidos mostraban una reacción hostil ante las requisas, agregó el ex director, quien aseguró tener buenas referencias de las conductas de los acusados Bisceglia, Bucotich, Guaymás y Castaño.
En tanto, una hermana de uno de los imputados declaró que el implicado se comunicaba con ella para pedirle transferencias de dinero hasta que no pudieron seguir con la ayuda.
Un tercer testigo, identificado como Milton Santacruz, ex jefe del pabellón E1, especificó que trabajaba en el turno tarde y Bisceglia por la mañana