En el corazón de la provincia de Buenos Aires, a pocas horas de la Ciudad, hay un pueblo que se ganó un lugar en el mapa gastronómico gracias a una comida emblemática: el asado con cuero. Allí, la tradición y la pasión por la parrilla se combinan para ofrecer una experiencia única para los amantes de la carne.
El reconocimiento del asado con cuero no es casualidad. Los maestros parrilleros de la zona perfeccionan técnicas de antaño, cuidando cada detalle: desde la selección del animal hasta el tiempo exacto de cocción, logrando sabores intensos y jugosos que se destacan incluso entre los expertos.
Además de probar el asado con cuero, los visitantes pueden recorrer estancias, participar en la cocción junto a los parrilleros y descubrir secretos de una tradición que se mantiene viva generación tras generación. Es una escapada ideal para un fin de semana distinto, disfrutando del campo, la gastronomía y la cultura local.
EL PUEBLO QUE SE CONVIRTIÓ EN CAPITAL DEL ASADO CON CUERO
El pueblo bonaerense que elabora un destacado asado con cuero es Bolívar. Allí hay un circuito gastronómico que conecta estancias, parrillas tradicionales y festivales dedicados a este plato, consolidando a la localidad como referencia nacional.
La iniciativa permitió que pequeños productores y parrilleros trabajen en conjunto, potenciando la gastronomía local y ofreciendo una experiencia auténtica. La cocción del asado con cuero, que se realiza sobre brasas y con el cuero del animal como base, atrae a turistas, cocineros y curiosos de todo el país.
Carlos Casares no solo ofrece el asado: alrededor de esta propuesta creció la oferta turística. Los visitantes pueden recorrer estancias, probar dulces y vinos regionales, y participar de ferias gastronómicas que muestran lo mejor de la tradición rural bonaerense.
CÓMO ORGANIZAR LA ESCAPADA
Llegar a Bolívar es sencillo: se encuentra a 320 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, por rutas nacionales 205 y 226, un viaje de unas tres horas y media aproximadamente, ideal para un fin de semana largo.
Los visitantes pueden recorrer el circuito de manera autoguiada o contratar visitas con parrilleros que incluyen degustaciones y charlas sobre la tradición del asado con cuero. También hay opciones de hospedaje en estancias y cabañas rurales, para vivir la experiencia completa.
Antes de viajar, conviene chequear la agenda de actividades: festivales de asado, ferias gastronómicas y jornadas especiales suelen convocar a cientos de turistas, garantizando un plan completo y auténtico.
