Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una fecha impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) con el objetivo de generar conciencia, derribar estigmas y promover estrategias de acompañamiento y cuidado.
Según la información a la que accedió la Agencia Noticias Argentinas, en este marco, el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires (MPT) lanzó la campaña audiovisual “Hablemos de suicidio adolescente”, destinada a visibilizar esta problemática y a fomentar la prevención, el acompañamiento y la atención integral de niñas, niños y adolescentes.
UNA PROBLEMÁTICA EN AUMENTO
Los datos muestran la magnitud del desafío, según la OMS, en los últimos 50 años las tasas de suicidio aumentaron un 60 % a nivel mundial y, actualmente, esta es la tercera causa de muerte en adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años.
En Argentina, las cifras son igual de preocupantes: el Ministerio de Salud de la Nación indica que un adolescente se suicida cada día en el país, y que se trata de la segunda causa de muerte en chicas y chicos de entre 10 y 19 años.
En la Ciudad de Buenos Aires, el MPT registró 596 internaciones de niñas, niños y adolescentes por riesgo suicida, lo que refleja la necesidad urgente de reforzar las redes de contención y prevención.
Además, la OMS advierte que por cada suicidio consumado existen entre 10 y 20 intentos previos, lo que amplifica la importancia de detectar señales de alerta a tiempo.
CÓMO INTERVIENE EL MPT
El organismo, a través de su Departamento Especializado en Salud Mental y Derechos Humanos, acompaña de manera integral a quienes han atravesado internaciones por riesgo suicida, especialmente en el momento del egreso hospitalario. El objetivo es garantizar el acceso a recursos comunitarios y políticas públicas que mejoren sus condiciones de vida y eviten procesos de institucionalización.
Actualmente, el MPT también está elaborando un informe sobre internaciones por riesgo suicida en infancias y adolescencias, que será presentado en octubre en el marco del Mes de la Salud Mental.
La Asesora General Tutelar, Carolina Stanley, remarcó: “La campaña tiene como lema escuchemos, acompañemos y pidamos ayuda. La salud mental de los niños, niñas y adolescentes requiere un trabajo profesional específico y un abordaje integral que nos permita acordar estrategias de apoyos y acompañamiento.”
SEÑALES DE ALERTA: ¿A QUÉ PRESTAR ATENCIÓN?
Detectar a tiempo ciertos comportamientos o expresiones puede marcar la diferencia. Entre los indicios más frecuentes se encuentran:
* Expresiones directas o indirectas de no querer vivir más.
* Sentimientos de desesperanza, inutilidad o fracaso.
* Aislamiento repentino o profundizado.
* Cambios bruscos en el comportamiento, el sueño o la alimentación.
* Inicio o agravamiento en el consumo de sustancias.
* Conflictos interpersonales o atravesar crisis significativas (pérdidas, problemas económicos o laborales).
RECOMENDACIONES PARA ACTUAR
* No minimizar las manifestaciones de malestar ni los deseos de morir.
* Hablar abierta y directamente sobre el tema, sin juicios y mostrando interés.
* Ofrecer apoyo emocional y transmitir esperanza.
* Facilitar el acceso a ayuda profesional, acompañando en la búsqueda.
* Recordar que no es necesario ser especialista para contener y escuchar.
Además, ante cualquier señal de riesgo se recomienda recurrir a profesionales de salud mental o a las líneas de atención disponibles:
* 135 – Línea de asistencia al suicida (CABA y Gran Buenos Aires).
* 107 – Urgencias SAME.
* 0800-333-1665 – Salud Mental Responde (CABA).
El acompañamiento familiar resulta clave luego de un intento de suicidio. Los especialistas recomiendan generar espacios de confianza y escucha, abordar los sentimientos de culpa y atender posibles problemáticas de salud mental asociadas al estrés de la situación.
UNA MIRADA RESPONSABLE EN LOS MEDIOS
El MPT también destacó la importancia de un tratamiento responsable en la comunicación periodística, evitando difundir detalles de los métodos utilizados, imágenes explícitas, estigmatización o titulares sensacionalistas.
En cambio, se debe priorizar un enfoque de salud pública, dar voz a especialistas y difundir siempre recursos de ayuda.
LA SALUD MENTAL COMO EJE DE PREVENCIÓN
Cada año, más de 700.000 personas mueren por suicidio en el mundo, lo que lo convierte en una de las principales problemáticas de salud pública global. Frente a este escenario, la concientización resulta fundamental.
Especialistas como la psicóloga Daniela Torres señalan que la salud emocional debe ser atendida con la misma seriedad que la salud física.
Así como los chequeos médicos permiten prevenir enfermedades cardiovasculares o metabólicas, también es esencial implementar herramientas que ayuden a identificar síntomas de depresión, ansiedad o estrés crónico.
En este sentido, se destacan tres señales clave para detectar una depresión y prevenir riesgos:
1. Cambios drásticos en el estado de ánimo.
2. Aislamiento social.
3. Alteraciones en el sueño y la alimentación.
UNA CULTURA DE CUIDADO COLECTIVO
El suicidio no es solo un problema individual, sino un fenómeno social y sanitario que requiere del compromiso de toda la comunidad. Prevenir implica educar, acompañar y normalizar los cuidados emocionales como parte esencial de la salud integral.
Construir una cultura que valore la salud mental en igualdad con la salud física permite reducir riesgos, promover la empatía y fortalecer entornos protectores. En este Día Mundial de la Prevención del Suicidio, el mensaje es claro: hablar, escuchar y acompañar puede salvar vidas.