La célebre ópera Tosca de Giacomo Puccini vuelve al Teatro Avenida con la fuerza de su música y la crudeza de un drama que, desde su estreno en Roma el 14 de enero de 1900, no ha dejado de conmover al público. Con libreto basado en la obra teatral de Victorien Sardou, la trama transcurre en Roma en junio de 1800, en medio de las convulsiones políticas tras las campañas napoleónicas, y condensa en apenas un día un abanico de sentimientos extremos: amor, celos, violencia, ambición y muerte.
La producción local cuenta con la soprano Haydée Dabusti en el rol de Floria Tosca, Cristian Karim Taleb como Mario Cavaradossi y Leonardo Estévez como el temible barón Scarpia, junto a un elenco de solistas y el coro INMA, bajo la dirección musical del maestro Javier Mas y la puesta en escena de Sergio Sosa Battaglia. El Ensamble Bellisomi acompaña desde el foso, con diseño de luces y ambientación de Oscar Bonardi y producción de Luz Rocco.
Puccini despliega en Tosca un lenguaje musical que potencia cada emoción y cada giro narrativo, con arias célebres como Vissi d’arte, E lucevan le stelle y el imponente Te Deum. La obra es considerada un ejemplo del verismo, estilo que busca plasmar en el escenario la verdad de las pasiones humanas en tiempo casi real, con una precisión histórica y geográfica que otorga verosimilitud a la acción: desde las campanas de Roma hasta la batalla de Marengo, contemporánea a los hechos.
La trama sigue a Floria Tosca, una cantante famosa que ama al pintor idealista Mario Cavaradossi. Ambos quedan atrapados en la red de manipulación y violencia de Scarpia, jefe de policía, que utiliza la persecución de un prisionero político —César Angelotti, ex cónsul de la República Romana— como pretexto para someterlos. En la iglesia de Sant’Andrea della Valle, el hallazgo de un abanico desencadena la sospecha de una infidelidad y marca el inicio de la tragedia.
En el Palacio Farnese, mientras Tosca canta para la nobleza, Cavaradossi es torturado por encubrir al fugitivo. La desesperación lleva a Tosca a revelar el paradero de Angelotti. Poco después, la noticia de la victoria de Napoleón en Marengo llena de júbilo a Cavaradossi, pero enciende la ira de Scarpia, que lo condena a muerte. El jefe policial ofrece un trato a Tosca: la vida de Mario a cambio de su entrega. Sin embargo, en un giro cargado de dramatismo, ella asesina a Scarpia antes de concretar el pacto.
La acción culmina en la terraza del Castel Sant’Angelo, donde Mario enfrenta el pelotón de fusilamiento. Tosca, convencida de que la ejecución será simulada, espera la salva de disparos para reunirse con su amado, pero descubre demasiado tarde que la muerte fue real. Rodeada por los guardias que vienen a arrestarla, se lanza al vacío en uno de los finales más desgarradores de la historia de la ópera.
A lo largo de más de un siglo, Tosca ha seducido a melómanos y nuevos públicos por la fusión de teatro y música en un arte total. Con tres actos que recorren espacios icónicos de Roma —Sant’Andrea della Valle, el Palacio Farnese y el Castel Sant’Angelo—, la ópera de Puccini concentra en una jornada lo mejor y lo peor de la condición humana, en una obra que sigue siendo un hito del repertorio universal.