Joseph Kabila, expresidente de la República Democrática del Congo (RDC), fue condenado a muerte en ausencia el martes por el Tribunal Superior Militar del país, acusado de traición y crímenes de lesa humanidad.
Según el veredicto, Kabila fue declarado culpable de múltiples delitos, como participación en un movimiento insurreccional, homicidio intencional, tortura, violación y ocupación forzada de la ciudad de Goma, capital provincial de Kivu del Norte, ahora controlada por los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23).
Kabila también fue condenado a 15 años de prisión por conspiración, mientras que el tribunal impuso la pena de muerte por los demás cargos.
El juicio, que comenzó en julio tras el levantamiento de la inmunidad parlamentaria de Kabila por parte del Senado en mayo, se llevó a cabo sin la presencia del acusado.
La fiscalía acusó al exjefe de Estado de estar implicado en atrocidades cometidas en las provincias orientales por el M23, indica un cable de la agencia de noticias Xinhua. Las pruebas presentadas incluyeron testimonios de testigos, grabaciones de video y entrevistas con medios de comunicación.
Desde enero, la situación de seguridad en el este de la República Democrática del Congo se deterioró drásticamente, con la reanudación de los combates en los que participa el M23, que tomó el control de varias zonas estratégicas, como Goma y Bukavu.
Kabila, quien gobernó el país de 2001 a 2019, reside principalmente en Sudáfrica desde 2023.
Desde mayo, realizó apariciones públicas en la provincia oriental de Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo. También expresó su deseo de regresar a su país para contribuir a la búsqueda de una solución a la crisis actual.