El Ministerio de Salud Pública lanzó recomendaciones preventivas ante la circulación de este virus en zonas húmedas y en Salta ya incorporaron su vigilancia dentro del protocolo de síndrome febril agudo.
Las autoridades sanitarias encendieron una alerta en el norte argentino por la fiebre de Oropouche, una enfermedad viral transmitida por la picadura de jejenes que se expande en épocas de calor y lluvias.
El virus pertenece al género Orthobunyavirus y se propaga cuando el insecto se alimenta de animales como monos, perezosos o roedores infectados, para luego transmitirlo a los seres humanos.
Los síntomas más frecuentes son fiebre alta, cefalea intensa, erupciones en la piel, sangrado nasal o de encías, además de náuseas y vómitos.
Según el Tribuno de Salta, el director de la Coordinación de Epidemiología, Francisco García Campos, confirmó que Salta ya incorporó la vigilancia de Oropouche dentro del protocolo de síndrome febril agudo.
Además, indicó que el Hospital Señor del Milagro está preparado para realizar diagnósticos gracias a la capacitación del personal y los recursos disponibles.
El Ministerio de Salud Pública recomendó aplicar medidas similares a las del dengue: eliminar criaderos de insectos, evitar el agua estancada, mantener los patios desmalezados, usar ropa de manga larga, colocar mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas, y aplicar repelentes con icaridina o DEET siguiendo las indicaciones.
En particular, pidió que trabajadores rurales y personas expuestas extremen los cuidados con ropa protectora y repelentes habilitados.
Por el momento, no existe vacuna ni antiviral contra el virus de Oropouche y el tratamiento se basa en reposo, hidratación y control clínico para mitigar los síntomas.
Finalmente, la provincia reforzará también la vigilancia de chikungunya y zika a través de un Plan de Abordaje Integral que divide a Salta en ocho zonas estratégicas, con el objetivo de sostener una vigilancia activa y coordinada junto a los equipos locales de salud.