El presidente Javier Milei mantuvo una cena en la Quinta de Olivos con el influyente empresario tecnológico argentino radicado en España, Martín Varsavsky, quien tras el encuentro compartió una dura radiografía sobre la relación de los argentinos con su moneda y vaticinó que un triunfo del oficialismo en las próximas elecciones abrirá el camino a la dolarización. “El peso no es una moneda, es una herida”, sentenció el magnate en una publicación que se viralizó rápidamente.
Varsavsky, un admirador declarado del mandatario libertario, se mostró confiado en que un resultado favorable para La Libertad Avanza en las legislativas del 26 de octubre abrirá el camino a las reformas estructurales y, finalmente, a la dolarización de la economía.
“EL PESO NO ES UNA MONEDA, ES UNA HERIDA”
Tras la cena con el Presidente, el fundador de Jazztel y Fon expuso en sus redes sociales un análisis crudo sobre la cultura económica argentina. “En Argentina hasta quienes están más en contra de dolarizar, viven dolarizados”, afirmó.
Según Varsavsky, la desconfianza en la moneda nacional trasciende cualquier lógica financiera. “Hoy se ofrecen tasas del 50% anual, y aun así nadie cambia sus dólares por pesos”, explicó. Puso como ejemplo que quien hubiera vendido sus dólares en diciembre de 2023 y los hubiera puesto en un plazo fijo, hoy tendría un 70% más en dólares, pero advirtió: “No lo hacen. Porque no se trata de retornos financieros sino de memoria y confianza. El peso no es una moneda, es una herida”.
UNA “POBLACIÓN TURISTA EN SU PROPIO PAÍS”
El empresario destacó los logros del gobierno en materia fiscal, pero señaló que no han sido suficientes para revertir la mentalidad de los argentinos. “El gobierno ha logrado lo que ningún otro logró, superávit fiscal y dejó de imprimir pesos y ni así la gente los quiere. Pedir dinero prestado para defender el peso es inútil”, argumentó.
En una de sus frases más contundentes, Varsavsky describió la particular psicología del argentino frente a su economía: “El argentino es el único ciudadano que sueña a diario con que su propia moneda se vaya al tacho para poder llegar más lejos con sus dólares. Es como una población turista en su propio país”.