La Inteligencia Artificial (IA) dejó de ser un concepto futurista, es una realidad cotidiana que despierta curiosidad y, a veces, mucha inquietud.
Para los adultos, el desafío es cómo integrar esta herramienta en la vida de los hijos de manera segura y productiva, pero no se trata de dejarlos solos frente a una pantalla, sino de acompañarlos en el proceso, transformando la tecnología en una aliada para estudiar y en una gran oportunidad para fortalecer el vínculo familiar.
“El interés natural de los estudiantes por la IA abre una puerta única. En lugar de prohibir o limitarla, podemos utilizarla para potenciar sus habilidades, fortalecer conocimientos y, sobre todo, hacer que la tarea o estudiar en casa sea una experiencia más interactiva y divertida. Este enfoque no solo fomenta la curiosidad, sino que también establece un diálogo constructivo sobre el uso responsable de las herramientas digitales”, explica Laura Rosingana, Licenciada en Educación y Vicedirectora de Nivel Primario.
Desde ayudar a entender una materia que les cuesta hasta organizar ideas para un proyecto escolar, la IA ofrece un abanico de posibilidades y la clave es la guía y el apoyo desde casa para formular preguntas reflexivas que ayuden a desarrollar hábitos digitales saludables y que convierta a los adultos responsables en facilitadores. Este acompañamiento fortalece el vínculo familiar, mientras se introduce a los chicos en la tecnología de forma gradual, sin abrumarlos.
CUATRO IDEAS CREATIVAS CON IA PARA AYUDAR A LOS NIÑOS A ESTUDIAR
1. Conversar con personajes históricos: la IA puede simular una conversación con figuras históricas como San Martín, Manuel Belgrano o Juana Azurduy. Los niños pueden preguntarles sobre sus motivaciones, anécdotas menos conocidas o cómo se sintieron en momentos clave de la historia. Esto no solo hace que el aprendizaje sea más ameno, sino que también desarrolla el pensamiento crítico y la empatía, permitiéndoles conectar con los personajes de una forma memorable.
2. Juegos educativos personalizados: convertir las materias que más les cuestan en un juego. La IA puede generar juegos como sopas de letras, crucigramas o un “juego de preguntas y respuestas” sobre conceptos clave de distintas materias. Por ejemplo, puede pedirle a la IA que le cree una sopa de letras con términos específicos. Esta dinámica lúdica refuerza el conocimiento de una manera divertida, sin la presión de una tarea tradicional.
3. “Viajes virtuales” a lugares de estudio: con la IA, pueden crear una descripción detallada de cómo sería un viaje a esos lugares, generando imágenes, sonidos y narraciones que los transporten. Esto ayuda a visualizar mejor lo que están aprendiendo, enriqueciendo su comprensión del tema y estimulando su imaginación, haciendo que la geografía o las ciencias sociales se sientan como una verdadera aventura.
4. Juego de roles: muchas veces cuando estamos estudiando tenemos la duda si comprendimos y sabemos lo suficiente. La IA puede ser una gran herramienta para que cada estudiante genere pequeños test para evaluar el estado de su propio conocimiento o para sostener la conversación y formular preguntas en un diálogo en que le pedimos a la IA que se ubique como un compañero parecido a ellos que está tratando de aprender o resolver un problema. Hay contextos donde es más fácil expresar y ordenar las ideas y la conversación es una de ellas.