La prevención contra la enfermedad oncológica más frecuente en Argentina, que afecta a las mujeres, es el punto de partida para combatirla con detección temprana y el hospital de Clínicas hasta incorporó, a tal efecto, asesoramiento nutricional a las consultas médicas, donde se brindan estrategias de alimentación saludable para las pacientes.
El diagnostico temprano, las tasas de supervivencia a cinco años para cáncer detectado en etapa localizada, supera el 90–99% en series modernas; en contraste, cuando hay enfermedad avanzada, la supervivencia cae drásticamente.
“La actividad física diaria, una alimentación balanceada y la eliminación de hábitos nocivos como el cigarrillo y el alcohol son factores preventivos importantes”, comenta el Dr. Sebastián Alba Posse, cirujano oncológico y especialista en Patología Mamaria del hospital de Clínicas José de San Martín, dependiente de la UBA.
La prioridad de la prevención es educar para que se levanten mecanismos de defensa: la actividad física diaria, una alimentación balanceada y la eliminación de hábitos nocivos como el cigarrillo y el alcohol son factores preventivos importantes.
De ahí que el nosocomio vaya a más, y no se dedique únicamente a diagnosticar y tratar a las mujeres que llegan a los consultorios con esta patología, sino que también sale en su búsqueda, desplegando una decidida acción para detectarla en forma precoz, lo que es clave en la reducción de la mortalidad.
“Más del 90% de las pacientes diagnosticadas con cáncer de mama en etapas tempranas tienen mayores probabilidades de un tratamiento efectivo”, es la conclusión que manejan en el nosocomio escuela.
El especialista econoce que, aunque las actuales técnicas permitan personalizar las terapias, ofreciendo opciones menos agresivas y con igual efectividad, aún así “las mujeres que consultan en forma tardía a un profesional o las que tienen que esperar meses para ser atendidas y derivadas a un especialista, presentan un peor pronóstico”.
Así, resalta que el uso de tecnologías avanzadas en diagnóstico por imágenes permite detectar tumores mamarios en etapas subclínicas, es decir, antes de que se puedan palpar, lo que aumenta las probabilidades de un tratamiento efectivo.
El apoyo emocional es esencial durante los tratamientos, recomienda. “Esta enfermedad no es el fin, sino el comienzo de un proceso de lucha y superación”, afirma.
De ese modo, la información clara y precisa por parte de los profesionales y el apoyo de la familia son fundamentales para ayudar a las pacientes a enfrentar la enfermedad.
DÍA MUNDIAL
Si bien el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama se conmemora el 19 de octubre, en los 364 días restantes se tratan en el país más de 21.600 mujeres diagnosticadas con la enfermedad oncológica más frecuente, de la que mueren entre 5.400 y 6.100 por año.
Son datos de contenidos en el último reporte publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2022.
Y a pesar de los recientes avances en los tratamientos con cirugía, radioterapia, y tratamientos sistémicos como la quimioterapia y la hormonoterapia, las proyecciones mundiales ascienden a 3,2 millones de casos anuales de cáncer de mama para 2050, un tercio de los cuales son fatales, según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud.
Estas estimaciones implican un incremento del 38% en los próximos 25 años.
CRECIMIENTO DESCONTROLADO DE CÉLULAS
El cáncer de mama es el crecimiento descontrolado de células en los tejidos mamarios, que puede invadir áreas cercanas y, en casos avanzados, diseminarse a otras partes del cuerpo.
No solo afecta a mujeres mayores, sino que también impacta a jóvenes, por lo que la concientización sobre los factores de riesgo y la importancia del control son vitales.
El 21% de las muertes por cáncer de mama en América Latina y el Caribe se dieron en mujeres menores de 50 años, en comparación con el 10% de muertes en América del Norte.
En tal sentido, se aconseja a las mujeres sin antecedentes familiares de cáncer de mama iniciar los controles a los 40 años y a aquellas con antecedentes empezarlos 10 años antes de la edad en que el familiar más cercano fue diagnosticado.
El control de cáncer de mama incluye una mamografía anual, y en ciertos casos, se complementa con una ecografía mamaria.
Estas herramientas permiten detectar lesiones antes de que se hagan palpables, lo que facilita un tratamiento más efectivo.
Uno de los mayores desafíos a nivel social es la desinformación que rodea al cáncer de mama.
El profesional del Clínicas menciona varios mitos comunes, como el dolor asociado a las mamografías.
“En general, la mamografía puede generar una leve molestia por el posicionamiento de la mama, pero no es dolorosa”, aclara.
RECONSTRUCCIÓN MAMARIA
También señala que muchas pacientes temen la mastectomía (cirugía para extirpar parte o la totalidad del tejido mamario), pero afirma que, en la mayoría de los casos, se puede ofrecer reconstrucción mamaria, un derecho cubierto por la ley 26.872 desde 2012.
En ese aspecto, el cirujano plástico Juan Manuel Seren, creador del Protocolo de Rápida Recuperación Mamaria (ERABAS), señala que la reconstrucción mamaria puede realizarse en dos momentos distintos, cada uno con sus indicaciones específicas:
La inmediata: se efectúa en la misma cirugía que la mastectomía y suele ser viable cuando la detección es sumamente precoz. Por ejemplo, en Estados Unidos, la reconstrucción inmediata representa el 74% de los procedimientos (120.963 casos en 2024), siendo significativamente más común que la reconstrucción tardía, según The American Society of Plastic Surgeons (ASPS).
La diferida: La paciente es derivada para la reconstrucción después de la mastectomía, generalmente en casos más avanzados. Este enfoque representa el 26% de los procedimientos (41.616 casos en 2024) en Estados Unidos, de acuerdo a la ASPS. “Eso va a depender de la metodología de trabajo de cada centro y del tipo y estadio de cáncer de cada paciente”, agrega Seren. Este tipo de procedimiento puede ser necesario cuando hay falta de tejidos o cuando existe el efecto de la radiación sobre los tejidos mamarios.