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El Gobierno llega a las elecciones con la lengua afuera en materia financiera: qué dicen en el mercado

A pesar del contundente respaldo financiero de los Estados Unidos, el gobierno de Javier Milei llegará a las elecciones legislativas de medio término muy apremiado en materia cambiaria, con un dólar que no le da respiro, tasas disparadas al nivel más alto en casi dos décadas (190%) y una cotización de los bonos de la deuda en un subibaja permanente.

La administración de Donald Trump hizo en las últimas dos semanas un esfuerzo superlativo para apuntalar el plan económico libertario, que comenzó a mostrar fisuras desde mediados de abril último con la apertura del cepo para individuos y las dificultades para acumular reservs, que se convirtieron en amplias rajaduras en septiembre y amenazan terminar siendo enormes agujeros en octubre.

En medio de otra manifestación masiva hacia el departamento donde cumple prisión domiciliaria, la expresidenta Cristina Kirchner -dijo que ahora la opción es “Milei o Argentina”, como en 1946 fue “Braden o Perón”-, parece que ni siquiera el respaldo sin precedentes de la principal potencia económica mundial es capaz de tranquilizar a los dueños del dinero, que siguen con dudas sobre si el país será capaz de cumplir con exigentes vencimientos de deuda por casi USD 9.000 millones a lo largo del 2026.

“La inesperada brecha entre el resultado de las legislativas provinciales del 7 de septiembre en Buenos Aires y lo anticipado por la totalidad de las encuestadoras políticas subrayó un principio esencial: en política y en mercados, lo determinante no es solo lo que ocurre, sino cómo se compara con lo que se esperaba”, dijo a la Agencia Noticias Argentinas Gustavo Araujo, Head of Research de Criteria, una de las principales empresas de servicios financieros, que sigue minuto a minuto el comportamiento de los mercados locales y del exterior.

Los más de trece puntos porcentuales de diferencia -desfavorables al oficialismo y en beneficio de la oposición justicialista- desataron un reajuste profundo de expectativas, que ningún respaldo financiero ha sido capaz de revertir hasta ahora.

El mensaje de las urnas fue claro: el éxito en el proceso desinflacionario no alcanzó para compensar el costo que el electorado bonaerense asoció a tasas de interés elevadas, caída de la actividad y deterioro del empleo, explicó Araujo.

El gobierno llega así a los comicios de medio término con una economía frenada y niveles de desempleo que preocupan: desde que asumió Javier Milei, casi 300 mil personas perdieron su trabajo en la actividad privada, y otros 70 mil en el nivel estatal.

El voto también pareció castigar la falta de diálogo político de la Casa Rosada con las provincias, y la escasa construcción de alianzas, recordando que la estabilidad económica rara vez se sostiene sin estabilidad política.

En ese sentido, hubo un claro llamado de los gobernadores a retomar las conversaciones luego de las elecciones del 26 de octubre, en el marco de un muy concurrido Coloquio de IDEA, donde el presidente Milei finalmente pegó el faltazo, tal vez enterado de las críticas que hay entre los empresarios, que piden rebajas de impuestos y avanzar con reformas como la laboral y la tributaria.

Según un reporte de Criteria, cerrando la semana los mercados permanecen en “pausa tensa”.

“La pregunta central sigue siendo qué ocurrirá el 27 de octubre por la mañana. Como tantas veces, la respuesta dependerá de la distancia entre expectativas y realidad, y de la interpretación que el mercado otorgue al posicionamiento de Washington”, indica.

Una sorpresa electoral favorable al Gobierno podría detonar una reacción alcista inmediata, apuntalando la expectativa de continuidad de la asistencia estadounidense y de cierta estabilidad cambiaria. Por el contrario, una derrota amplia reavivaría las dudas sobre la concreción de la ayuda de Estados Unidos, y la capacidad política de avanzar con las reformas estructurales previstas para la segunda mitad del mandato.

Mientras tanto, y pese al respaldo explícito del Tesoro norteamericano -que ya interviene tanto en el mercado oficial como en el financiero-, el dólar no afloja.

En la última semana avanzó lenta pero firmemente hacia el límite superior de la banda, confirmando que la demanda de cobertura preelectoral busca llegar al 26 de octubre con la mayor cantidad posible de divisas en el bolsillo.

Hasta entonces, la prudencia domina. De acuerdo con el informe de Criteria, para los “inversores sin restricciones de posicionamiento, la estrategia más sensata pasa por reducir exposición a la volatilidad, mantener liquidez en dólares y privilegiar obligaciones negociables en moneda dura emitidas por compañías con fundamentos sólidos y balances robustos —entre ellas, TGS, Tecpetrol, Pampa Energía y Vista”.

“La curva hard dollar continúa siendo atractiva solo para quienes toleran altos niveles de riesgo. El resto del mercado, mientras tanto, espera”, señala.