Tras atravesar una catastrófica historia, Santino Barbi se convirtió en una de las figuras de la Copa del Mundo Sub-20.
En 2020, debido a la crisis institucional que produjo la pandemia de COVID-19, un adolescente Barbi fue desalojado de la pensión de Atlético Rafaela y regresó a su pueblo natal, el cual solamente cuenta con 2.400 habitantes.
La situación fue crítica, porque el gurdameta se encontraba a las afueras de la órbita del fútbol y todo parecía indicar que aquel sueño de vestir el uniforme de un equipo profesional había quedado en el pasado.
Sin embargo, Santino Barbi no se quedó de brazos cruzados y optó por entrenar para continuar con la ilusión de su sueño: ser arquero profesional. Se viralizó un video suyo atajando en el medio del barro, entrenando con hambre y sed de gloria, a pesar de la situación. Con esa actitud, mostró que tenía una característica diferente a otros deportistas: tenía un temperamento de hierro que forjó una mentalidad ganadora.
Hoy, en el Mundial Sub-20, Santino Barbi se erige como el muro de la selección juvenil, demostrando que la adversidad solo fortaleció su espíritu. Cada atajada refleja no solo talento, sino la historia de un joven que nunca renunció a su sueño, convirtiendo la frustración y el barro de su pasado en la grandeza de su presente.
Su viaje inspira, recordándonos que la determinación y el coraje pueden transformar cualquier obstáculo en triunfo.